Capítulo 7

899 50 3
                                    

    La relación de Lana y Scott no pasaba por un buen momento, los rumores acerca de la supuesta infidelidad de Scott hacia Lana se hacía cada vez más difícil de ignorar para ella, tanto así que hasta ella empezó a sospecharlo, ciertamente los rumores que los envolvían eran ciertos, Scott era un mitómano, engañar a su novia le era casi imposible de ligar, las primeras veces fue con chicas de su misma edad, después empezó a experimentar con hombres, tanto fue el poco respeto que Scott sentía hacía su pareja, que ya no sentía limites, ya no le importaba si sus amantes de una noche eran mujeres, hombres o niños...

    Scott no sufría de satiriasis, puesto que su deseo sexual no era excesivo, simplemente la confianza que su novia sentía hacia era invaluable, gracias a eso a Scott se le hizo fácil engañarla, no sentía ganas de mantener relaciones, simplemente lo hacía porque lo tenia en la palma de su mano.

    Todo esto siendo desconocido completamente para Lana, pero la ansiedad no se hacia esperar en su sistema, eran muchas las citas que hacia con su manicuristas mensuales, ya que no podia evitar tenerlas mordidas o maltratadas, la ansiedad la controlaba por completo.

    Últimamente Lana y Scott no han podido evitar no tener discusiones. Lana se estaba cansando de lo descarado que era Scott, ya era mas que evidente que Scott le era infiel y que este lo negara no hacia mas que molestarla. Al principio eran pequeñas discusiones, pero la molestia fue subiendo y los gritos no se hacían esperar de parte de ambos, y claro esta que en ningún momento estas peleas fueron en público.

    Desde que Scott vio al niño se le hizo imposible no caer enamorado de él, amaba su físico, su delicada figura, su lindo cabello castaño claro, los cuales al ser tocados por el sol parecían el mas precioso oro jamas visto por el humano, la inocencia de su voz, amaba todo en él, de eso no había duda.

    Angelo se encontraba caminado hacia su escuela, a lo lejos se podia escuchar el sonido de un motor, Angelo pensó que podría ser cualquiera así que ni se molesto en ver de quien se trataba.

    Se sorprendió a escuchar esa varonil voz, la conocía muy bien, de inmediato volteó para verlo, se sorprendió al verlo, a los ojos de Angelo, Scott estaba mas lindo que nunca, montando su auto rojo vistiendo su chaqueta del equipo de basquetbol. Todo un galán de película.

    _Hola, Angelo_ dijo Scott deteniendo el auto a un lado del niño. Angelo estaba nervioso, sus mejillas se tornaron rojas y sus manos empezaron a sudar.

   _Ho-hola Scott_ dijo Angelo dandole una tímida sonrisa.

    Scott bajo de auto y se dirigió a Angelo para darle un delicado beso en la mejilla. Esto puso alerta a Angelo.

_¿Cómo estás? Pequeño_ dijo Scott pasando sus rasposos dedos por el delicado cabello de Angelo.

_B-bien, voy de camino a la escuela, ¿Y tú?_ dijo Angelo tratando de sonar tam frío.

_Yo también iba de camino_ y Scott no mentía, en verdad si iba a la escuela. El mayor nunca agarraba esa ruta, ya que era la mas larga, pero el pequeño lo valía. La dirección de Angelo era un misterio para Scott hasta hace un par días, cuando este lo siguió hacia su casa, estaba solo, para Scott la existencia de Matias era desconocida, puesto que nunca la había visto con alguien mas.

_¿Estás solo?_ pregunto Scott volteando a ver a todas partes, no podía ser visto hablándole a un niño estando los dos solos, eso dañaría su imagen.

_Sip_ dijo Angelo un poco nervioso, algo temeroso también pues había visto muchos películas de terror las cuales empezaban igual.

_¿Q-quieres que te lleve?_ pregunto Scott dudoso, en verdad quería hacer algo especial por el niño, pero su miedo a ser vistos era mayor.

_ ¿S-seguro?, no q-quisiera molestarte_dijo Angelo tímido.

_Si, lindo, nunca serás una molestia para mi_ dijo Scott tomándolo de la mano y dirigiendo al pequeño a uno de los asientos traseros.

Lo adentro en el auto y cerró la puerta.

_¿Estás cómodo?_ pregunto Scott viéndolo desde el espejo retrovisor. Pudo notar como el niño temblaba.

_S-si, gracias Scott_ dijo Angelo desviado la mirada.

El camino fue callado, solo se podia oír el sonido que producía el aire acondicionado del vehículo. A una cuadra de la escuela, el pequeño Angelo notó a su hermano, quien también noto la presciencia de Angelo y sus miradas conectaron.

Esto asusto a Angelo, su hermano le diría a sus padres que se subió al auto de un muchacho mayor que él.

En el rostro de Matias se notaba como estaba claramente irritado, su ceño fruncido no paso de largo entre sus amigos y mucho menos para Angelo, quien de inmediato le imploró a Scott que lo dejara bajarse.

_S-Scott, puede bajarme?_ preguntó Angelo con clara preocupación en su voz _Por favor..._

_Pero si estamos a tan solo unas cuadras de llegar, déjame llegar, ¿Sí?_ dijo Scott con un tono juguetón.

La angustia en el pequeño no hacía mas que crecer, su hermano estaba molesto g lo podia notar aunque este a varios metros de él.

_P-por favor, Scott_ se sentía mal de pedirle eso al muchacho, toda su vida había esperado para que este momento llegara y cuando lo estaba viviendo tenia que interrumpirlo a propósito.

_Bueno..._ dijo Scott con un tono un tanto serio, no entendía por qué ese niño lo había rechazado, en su cara un gesto de molestia se hizo notable, ciertamente estaba molesto, él quería estar mas tiempo con el niño.

_A-adios Scott, gracias por todo, enserio_ dijo Angelo bajando y despidiéndose con la mano y una sonrisa.

_Si..._ dijo Scott cerrando la puerta y arrancando mas rápido de lo normal.

Angelo volteó al otro lado de la calle, pudiendo ver a su hermano, quien se dirigía hacía con la compañía de Alan y sus demás amigos.

Angelo lo vio acercarse y no hizo mas que temblar, el miedo se apoderó de él.

_H-ho-hola M-matias_ dijo Angelo bajando la mirada, sentía mal, iba a ser regañado y después castigado por sus padres.

Matias al estar totalmente en frente de Angelo, lo tomó de la quijada con fuerza y agresividad e hizo que subiera la mirada. Alan solo veía la escena, un impulso de detener a Matias ante tal agresión se hizo presente en él, pero no lo haría.

_¿Qué hacías con él?, Angelo_ dijo Matias haciendo el agarre cada vez mas fuerte.

El Prominente (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora