Capitulo 18

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Los padres de Scott no se caracterizaban por ser las personas más cálidas del mundo, eran la clara imagen de un elitista matrimonio, siempre vistiendo alta costura y joyas costosas mientras sus rostros eran adornados por unas tensas mueca serias, pero antes eso no era así, su intenso amor juvenil se borró con los años siendo un simple recuerdo efímero de lo que alguna vez fue amor puro.

    Con los años era cada vez más difícil ocultar el descontento de ambos, ellos nunca planearon tener hijos, ni casarse, decir que el nacimiento de Scott no influenció en la relación de ambos sería una mentira, pero ¿qué culpa tenía el joven?

    El par de adultos ya no era capaz de dirigirse a la palabra, Scott presenció muchas discusiones entre ambos, quienes ignorantes del daño que le podrían hacer a su hijo, seguían haciéndolo sin escrúpulos. Ya no dormían en la misma cama, siquiera en la misma habitación, pero para ellos eso era la monotonía diaria.

    Tales peleas llegaron al grado de la agresión física, siendo proporcionadas mayoritariamente por el hombre de la relación y el receptor de estas, la madre de Scott. El joven creció viendo eso, todo el amor que sus padres le dieron alguna vez era opacado por el dañino presente en el que estaban, y para ser honestos, Scott preferiría que ambos adultos anularan su contrato civil.


    Un lindo niño era despertado por su improvista alarma, era temprano por la mañana, muchísimo más temprano de lo que el niño solía despertarse, el sol todavía no se hacía presente y el frío gobernaba en el ambiente. La razón por la cual el niño se despertaba hasta ajena hora era Scott, su novio, quería y necesitaba estar presentable, más de lo que alguna vez estuvo, su somnolientos pasos sonaban a chocar con la estentórea madera a la par que se dirigía al baño, Angelo tomaría una larga ducha.

Después de un rato, en el que el niño estuvo probando peinados y arreglándose, salió del baño, justo a tiempo pues su hermano Matias ya había despertado, y no estaba dispuesto a aguantarse algún interrogatorio por parte del mayor.

Por otro lado, se encontraba el mayor tomando un refrescante baño de hielo, estaba. Su rutina de ejercicio ese día más motivado que nunca, le emocionaba muchísimo pensar en el niño, se le hacía surrealista vivir el presente que estaba viviendo, aún no entendía cómo era que el niño no era consciente de su físico, sin duda era una bendición tenerlo su lado.

Mientras ejercitaba, mundanos pensamientos atacaron su mente, no hacía falta decir de qué o de quién trataban aquellos, el más llamativo de todos giraba en torno al socorro del niño, en donde Angelo se encontraba en peligro y Scott lo salvaba y resolvía la situación de distintas maneras, la más frecuente de todas era en donde la violencia reinaba, Scott usaba su propia fuerza como un arma, atacando a quien sea que se acerque a su pequeño.

Cuándo estaban próximos a la hora de entrada para la escuela, Scott decidió alistarse para esta, no tardando mucho, pues su rutina de aseo era, ciertamente, sencilla, pero no incompleta.

Cuándo Scott se disponía a dirigirse a la escuela en su rojo vehículo le escribió al menor.

¿Estás listo? Escribió el mayor a su novio por mensaje.

Sí, ya estoy listo respondió el niño.

Estoy allá en 10 minutos avisó Scott.

Los minutos pasaron, el pequeño niño estaba afuera de su casa esperando al mayor, su hermano mayor ya se había retirado con su mejor amigo, Alan, por primera vez agradecía el desinterés de su hermano. Después de un rato de espera, el celular del menor sonó avisando que un mensaje había sido recibido.

Estoy llegando anunció el mayor de los dos.

El lustrado auto rojo se puso frente al menor, el carmesí intenso resaltaba bajo el intenso cielo azul. Angelo se acercó al vehículo y penoso entró.

El Prominente (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora