𝙈𝙉𝘾𝙃𝙇𝘿 | Naju está rodeada de un espeso y húmedo bosque, dónde animales y otros seres corren a la velocidad de la luz. La presencia de los hermanos Park ha comenzado a agitar todo lo sobrenatural del lugar, así como uno de ellos descubre poco...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
────────⊹⊱♡⊰⊹────────
Estuvo tanto tiempo mirando las hojas de los árboles moviéndose, que no se dio cuenta en qué momento la lluvia había parado. Sus ojos volvieron a enfocarse, encontrando las pequeñas gotas residuales en el ventanal de la sala, por lo que levantó la cabeza, que estaba apoyada en la palma de su mano, y buscó con los ojos a Jongho o a Yeosang. Pero parecía estar totalmente solo en la primera planta de la enorme casa.
Pasó los dedos por su cabello ya limpio --que había demorado en secar por culpa de la humedad del aire-- para peinarlo un poco, y se levantó del sofá en silencio, haciendo doler la parte superior de su cuerpo por breves segundos. Se fijó en el reloj junto a la puerta del baño donde antes había tomado una ducha, eran las once y cuarenta del día, y justo cuando el pensamiento de que parecía haber dormido con los ojos abiertos por casi media hora cruzó su mente, los pasos por la escalera se hicieron presentes.
ㅡ¿Estás listo, hyung? ㅡpregunta Jongho mientras ajustaba a sus muñecas las mangas de la sudadera oversize negra.
Ambos esperaron junto a la puerta que daba al patio trasero, observando el paisaje que los ventanales mostraban. Seonghwa seguía sorprendido de que tales montañas y el bosque pudiera encontrarse en su país, pero no parecía ser el único; los ojos grandes de Jongho recorrían cada hoja de cada árbol con una expresión entre confusa y admirada. Yeosang se acercó por las escaleras lentamente, detallando las espaldas de ambos. No quería interrumpir el pequeño momento de paz que estaban teniendo los hermanos, pero realmente esperaba poder enseñarles el bosque antes de que comenzara a llover de nuevo. Por lo que se aclara la garganta, haciendo notar su presencia, y los ojos oscuros del pelirrosa son los únicos que se giran para verlo.
El rubio es quien abre la puerta y la brisa fría le congela las mejillas a Seonghwa. Es el primero en salir, y da varios pasos hacia el frente mientras escucha los del castaño detrás y el pequeño golpecito de la madera de la puerta chocando con el marco.
El patio trasero desapareció luego de entrar en los primeros metros del espeso bosque, pero de igual forma podían caminar sin incomodidad, como si los árboles, musgo y raíces estuvieran estratégicamente acomodados para que pudieran transitar por ahí sin preocuparse de tropezar. Aun así, Seonghwa llevaba constantemente sus ojos de arriba a abajo; asegurándose de no pisar ni la más pequeña plantita, pues quería hacer el mínimo daño a ese ecosistema. De esa forma también pudo detallar cómo la luz blanca del sol se colaba entre las hojas en lo más alto, creando formas de sombras en la tierra húmeda.
ㅡ¿Y si aparece un oso? ㅡdice el de cabello castaño rompiendo con el silencio y llamando la atención de los otros dos. Jongho se había alejado varios metros, y parece que aquel pensamiento le llegó luego de darse cuenta de que el bosque era completamente enorme.
