Capitulo 158. ¿Tres?

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Estamos de camino a casa, para mi sorpresa Christian se tomó bastante bien la presencia de Luke en el restaurante, pero su relativa tranquilidad me incomoda. Lo tomó de la mano y recargo mi cabeza en su hombro, su respiración es profunda y se que está tenso. No me dice mucho y eso es lo que me tiene inquieta.

Luke se acercó a nuestra mesa, nos saludó a ambos, hizo un comentario de lo sorprendido que estaba de nuestra pequeña familia, intentó saludar a Teddy, pero mi lobito le dedicó la misma mirada de su padre y se retiró. Después de eso no me despegué de Christian y se puede decir que todo salió bien.

- ¿Lobito? - besa mi frente, pero no me mira y no me dice nada - ¿Estamos bien cierto?

- ¡Sí! No me das motivos Ana, yo lo sé, pero ese tipo aquí, no es agradable, te mira con admiración y le gustas, eso es obvio.

- ¡Christian!

- Su comentario de que ya no eres una niña, estuvo de más.

- Pero solo es eso, un comentario.

- Ví cómo te brillaban los ojos cuando te dijo lo de la exposición en Londres, los libros y esas cosas.

- ¡Detente!

- ¿Qué?

- ¡Detén la camioneta!

- ¡Ana estoy tranquilo, solo quiero que sepas que si tengo que irme a Londres, África o a donde sea para que cumplas tus sueños lo voy hacer, solo planealo conmigo y dime cuándo, no te quiero encerrar aquí Ana, pero tampoco podría separarme de tí, así que lo tienes que planear con nosotros - sigue manejando y todo su discurso lo dijo sin verme, yo no lo perdí de vista un segundo.

- ¡Detente!

- ¡Ana! ¿Por qué? - dice asustado.

- ¡Quiero besarte! ¡Ahora!

- ¿Qué? - se detiene.

- ¡Baja! - digo y bajo de la camioneta, me cruzó de su lado y lo aviento con todas mis fuerzas, lo beso y si nuestros hijos no estuvieran dormidos atrás le pediría me hiciera el amor ahora y aquí.

- ¡Greñuda!

- ¡Yo no iría a ningún lado sin ti! ¡Tú y esos dos de atrás son mi sueño más grande! Y obviamente me emociona Londres, pero contigo.

- ¿Sí?

- ¿Cómo te convenzo? - lo abrazo y busco sus labios - ¡Eres un tonto si no me creés!

- ¡Ana!

- ¡Shhh! - lo beso, Dios quiero sentirlo y se que lo sabe, me da la vuelta y apoya su brazo en la camioneta y a mí sobre el asiento, muerde mi cuello y pasa su lengua - ¡Christian!

- ¡Vamos a casa!

Cuando llegamos nuestros hijos siguen dormidos, los subimos a su habitación y no me deja reaccionar, me cuelga a su cintura y camina a nuestra recámara.

- ¡Te amo! - digo sobre su boca.

- ¡Con mi vida Ana! - me sujeto de su cuello para ayudarle a que me desvista, cuando entramos a la habitación me pone en el piso y nos deshacemos de mi pantalón y mis bragas. Me tiene desnuda y se que no esperará a desvestirse y tampoco quiero que lo haga, básicamente me tira sobre la cama y lo jalo conmigo, peleó con su camisa mientras él desabrocha su pantalón.

- ¡Ahh! - lo siento entrar y me muevo para que lo haga por completo - ¡Tu camisa!

- ¡Quitala! - dice ronquito y muerdo su labio.

- ¡Me encanta cuánto tu voz sale así! - también muerde el mío - ¡Ahu! Es despacito.

- ¿Aquí? - se mueve lento, mueve su cadera.

Te quiero a ti.Where stories live. Discover now