Capítulo 7

55K 4.7K 638
                                    

Capítulo 7

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 7


Contarlo no fue fácil, porque sentía que les había fallado. Si bien un hijo no era la peor cosa que me pudiera pasar, no estaba en mis planes y ellos lo sabían, sin embargo habían decidido estar allí para mí.

Saberlo me daba esa sensación de ligereza y alivio que tanto busqué, ellos eran mi tronco, sin ellos mis ramas no podían crecer y saberlos dispuestos a seguir siendo mi apoyo me llenaba el corazón de un sentimiento que solo podía describir como amor.

Conocía a mi familia, sabía cuál iba a ser su reacción pero de cierta manera tenía miedo que mi instinto se equivocara o haberme creado una película en la mente que sería muy diferente en la realidad, pero las cosas habían salido bien.

Tenía la certeza que Román no se quedaría quieto, que intentaría indagar para saber quién era el padre y si lo averiguaba lo iba a matar, pero sinceramente me parecía imposible que lo descubriera, nunca nos habían visto juntos, más que aquella noche o los pocos minutos que hablamos cuando le conté todo.

Papá me permitió llorar hasta sentirme tranquila, estuvo acariciando mi espalda con cariño hasta que me sentí preparada para por fin empezar el almuerzo familiar. Comimos tranquilamente, era sábado así que como cada fin de semana me quedaba con él para hacerle compañía, y al parecer Román también decidió quedarse, quizás sintió que necesitaba ser mimada por los dos.

La tarde pasó volando y con eso llegó la noche, era tarde y me encontraba en mi antigua habitación, -que seguía exactamente como hace dos años, casi tres de que me había ido de casa -cuando un leve toque en la puerta me alertó de que seguramente Román venía a interrogarme.

Cómo dije lo conocía tan bien, para mí era a veces tan claro como un manantial, simplemente lo estaba esperando.

-Pasa -dije con suavidad y me acomodé en la cama de lado pero mirando hacia la puerta, ciertamente entró Román con esa mirada de perrito asustado que me arrugaba el corazón -¿Pasa algo?

-Pues pasa que voy a ser tío y no estaba preparado -me respondió sentándose a mi lado y mirándome con amor, habían pasado varias horas desde que solté la bomba, pero él aún seguía procesando la información y lo entendía.

-Yo tampoco estoy preparada para ser madre -susurré bajito, era uno de mis miedos, cagarla enormemente; no ser buena madre.

¿Y si no sentía amor por mi hijo cuando lo conociera? ¿Y si me caía mal? Eran miedos estúpido, pero miedo válidos, no era como que pudiera devolverlo.

-Lo harás bien, puedes con esto Rose. -Me acarició el cabello, y su mirada era calculadora como si intentará descifrar en qué momento crecí. -Tú serás la mejor madre y yo el mejor tío sexy consentidor que exista. -Eso era lo bello de mi hermano que, en cualquier situación me hacía reír, cómo en ese momento o en cualquiera que creía que no había solución y creía todo perdido.

FaceoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora