Capítulo 50 (Final)

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Capítulo 50

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Capítulo 50

Dos años después

Crear una familia no era tarea fácil, el primer año fue una odisea, tener tres niños pequeños era un campo de batalla constante, pero con paciencia -bastante paciencia diría yo- logramos formar nuestra dinámica familiar, amaba a esos pequeñines.

Aaron, se había vuelto una estrella total en el hockey luego de ese primer gol, no paró y ahora era el jugador que todo equipo quería, de hecho le llegaron bastantes propuestas para transferencias, pero por la estabilidad de los niños, decidimos que lo mejor era que nos quedásemos dónde estábamos.

Toda esta dinámica familiar y agotadora nos consumió tanto que habíamos olvidado la promesa que alguna vez nos hicimos, casarnos en algún momento.

Pero a Han no, y así fue como mi amiga me ayudó, dos años después de aquella propuesta, a planificar la boda. Siempre creí que cuidar a tiempo completo a tres niños era difícil, pero digamos que la planificación de un evento importante le hace bastante competencia.

Después de unos meses duros de trabajo, había llegado el día, y al contrario de lo que creí, no me sentía nerviosa, amaba a ese hombre a tal punto que no me daba miedo unir mi vida para siempre con él, porque eso solo lo diría un papel, desde hace mucho yo ya había hecho esa unión en mi mente.

-Maaaaaaa, Ala no me quere dar mi muñeca -La voz chillona de Lisie rompió la paz del lugar, nos encontrábamos todas las chicas en mi habitación arreglandonos para mi gran evento.

Habíamos contratado una maquilladora que en ese momento intentaba ponerme más guapa, pero tuve que interrumpirla para poder mirar a mi hija que estaba a un segundo de llorar, detrás de ella entraba un Alan muy enfadado con una muñeca en las manos.

-Ella tene mi moto y no quere darmela. -Este tipo de peleas eran el pan de cada día, desde que aprendieron a hablar y a caminar la vida se volvió mucho más difícil y ruidosa.

-Lisie amor ¿dónde tienes la moto de tu hermano? -trate de mediar con paciencia.

-Yo no tendo nada. -Veo como su pequeño ceño se frunce y suspiro, busco en la habitación a Adam que estaba muy callado y eso no era nada bueno.

Este estaba en una esquina haciéndose el desentendido como si esa pelea entre sus hermanos no fuera asunto de él, pero lo conocía muy bien, y mi hijo solía ser la manzana de la discordia entre los otros dos, me gustaba creer que no lo hacía adrede.

-¿Adam, no tienes algo que contarnos? -lo veo sobresaltarse y escucho de fondo la risita de alguna de mis cuñadas, sinceramente desde afuera esas peleas eran bastante entretenidas.

-Nop -responde secamente pero sin voltear a verme, como escondiendo algo.

-Adam...

-Mamá... -Se estaba haciendo el graciosito.

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