Serie: Una noche
Libro #1
Aarón estaba perdido; tenía que elegir: decepcionar a su padre o decepcionarse a sí mismo.
Rose nunca pensó encontrarse en esa situación, quizás en unos diez años, pero no a esa edad y no con él estupido capitán del equi...
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Capítulo 42
Parte 1
No sabría explicar con palabras lo que sentía en ese momento, pero era una serie de emociones confusas, por un lado y aunque me haga sentir mala persona, la noticia me dió alivio ya que, de cierta manera, ese hombre no volvería a lastimar a sus hijos pero por otro lado, Aaron estaba sufriendo.
Odiaba verlo así con dolor en la mirada porque aunque ese señor no fue un buen padre, era su padre después de todo y él lo quería y el no saber cómo consolarlo era lo peor de todo esto.
Luego de aquella llamada todo fue un jodido desastre, a pesar de mi poca capacidad para conducir por mi enorme panza, tuve que hacerlo ya que él no estaba en condiciones para tal cosa, sus manos temblaban y aunque no lloraba, parecía ausente, como si su mente estuviese en otro lugar.
Su casa quedaba bastante lejos, pero a pesar de que el camino fue largo llegué más rápido de lo que pensaba o simplemente el viaje se nos hizo corto.
—¿Aaron? —le llamé al detenerme frente a la vieja casa donde él había crecido, no me había dicho ni una palabra desde que arrancamos hacia acá, más que la dirección hacia donde tenía que ir.
Nuevamente no me respondió parecía en trance y realmente estaba preocupada, él no solía aislarse, pero esto seguramente era una noticia que le iba a marcar toda su vida, no sabía cómo ayudarlo y no encontrar palabras para consolarlo me mataba, tenía la necesidad de ser su apoyo.
—¿Cielo? me estás preocupado, dime qué pasa por tu mente —dije casi en un susurro acercándome un poco a él (lo que los bebés me permitían) y tomando su mano, cosa que lo hizo sobresaltar, fue ahí cuando se volteó a mirarme y sus ojos estaban algo rojos por las lágrimas contenidas.
—Yo… —su voz se entrecortó, haciendo que mi corazón se desgarrara por verlo sufrir. —No debería doler tanto después de todo lo que me ha hecho, joder incluso debería estar aliviado, pero me duele, era mi papá, no siempre fue malo, hubo momentos buenos y son los únicos que puedo recordar.
Mi mano se entrelazó con la de él y la estreche tratando de darle fuerzas, entendía sus palabras, porque perder a un padre nunca iba a ser fácil, fuese como fuese.
—Cuando perdí a mamá era muy pequeña y sinceramente no recuerdo mucho como me sentí —mi voz era suave, ya que no hacía falta hablar más fuerte para que me pudiese oír —. Se que me dolió, pero a los pocos días ya no pensaba en eso, porque era una niña, así que no puedo decir que entiendo cómo te sientes, sobre todo porque has sufrido mucho en un tiempo muy corto. Pero empatizo con tu dolor y tienes derecho a sentirte así, vívelo a tu manera y con el tiempo podrás vivir con él, yo estaré sosteniendo tu mano apoyándote en todo.
No sabía si mis palabras eran correctas, pero eran totalmente sinceras. Si, el señor era un hijo de puta, porque no voy a disfrazar lo que era, pero también era su padre, podía comprender que lo amara a pesar de todo.
