Capítulo 2: Exámenes y Competencias

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Siempre odie despertar temprano; sin embargo, debería actuar como una joven ejemplar. Gracias a eso me percaté que los bentos del protagonista masculino y el mío estaban intercambiados. Una artimaña de Tía Noriko para emparejarnos. Muy molesta, aproveché que nadie veía y los devolví a su respectivo lugar y luego me fui sola a la estación de tren para no tener que ir junto al imbécil.

El resto del día transcurrió sin ningún incidente ni encuentros fortuitos gracias a que pude evitar el incidente con los bentos. Al volver a casa Tía Noriko me aseguró haber encontrado a la "profesora perfecta". Decir que estaba feliz era poco y le agradecí con un abrazo. 

Esperé en mi habitación con impaciencia hasta escuchar unos toques en mi puerta.

- ¡Sí, puede pasar!

- Con permiso. Mucho gusto. Soy Kikyo Motoki; pero si gustas puedes llamarme Moto-chan, ¡Seré tu profesora! - se presentó con alegría.  

Estaba anonadada.

Vistiendo de manera elegante  y con su corte afro característico, el personaje trans de la historia hizo su aparición, ¡No podía creerlo! No basta decir que estaba gratamente sorprendida y es que era de los pocos personajes que me agradaban de Itazura Na Kiss. Pensé que al no escoger la carrera de medicina nunca podría conocerla. Al parecer estaba equivocada.

- Mucho gusto, soy Aihara Kotoko. - me presenté con una amigable sonrisa.

Mi reacción tan natural parecía haberle agradado por lo que de inmediato entró en confianza conmigo. Me comentó que trabajaba dando clases particulares para reunir dinero suficiente para pagar la universidad.

- Siempre anhelé ser un ángel blanco. Por eso elegí el camino de la enfermería. - habló de forma teatral y dramática. - ¡Quiero convertirme en una mujer que luzca lo mejor posible luciendo una gorra de enfermera!

- Es un sueño hermoso, Moto-chan. 

- ¿Y tú? ¿Cuál es tu sueño?

- ¿Mi sueño? - eso me hizo cuestionarme algunas cosas. Lo único que tenía en mente era cumplir la promesa a mis padres de que sería feliz. - La verdad no tengo nada fijo. Solo quiero que mis padres se sientan orgullosos de mí y descansen en paz. 

- Kotoko-chan - pronunció conmovida. - Estoy segura que estarán orgullosos sin importar el camino que elijas. 

La semana siguiente pasó volando. Me quedaba estudiando toda la noche con Motoki, la verdad es que con su guía las materias se hacían más ligeras y eran mucho más sencillas de entender. En los descansos comíamos lo que nos traía la Tía Noriko y charlábamos de cualquier tema. 

Cuando quisimos darnos cuenta nos volvimos grandes amigas.

La única discrepancia era que, como casi todo personaje femenino de la historia, en cuanto conoció al protagonista masculino se la pasó babeando por él.

- No entiendo por qué te gusta.

- Yo soy la que no te entiende, Kotoko-chan. Irie-san no solo es inteligente, también es muy atractivo. - suspiró soñadoramente. - ¿Cómo puede no gustarte?

- No ha sido agradable conmigo desde que vine a vivir a su casa y me ordenó no acercarme a él en la escuela porque podría "arruinar su reputación".

- ¿En serio? Pero si siempre es gentil.

La miré acusatoriamente. - Él te ignora, Moto-chan. No finjas que no lo notas.

Mi amiga hizo un puchero. - Pero...

- No te voy a juzgar si te gusta. - le hablé con calma. - Pero a mí no puede gustarme alguien así.

Al final llegamos a un acuerdo de paz.

No Tendré Una Relación TóxicaWhere stories live. Discover now