No Tendré Una Relación Tóxica

Capítulo 6: Celebrando Las Fiestas

- ¡Felicidades Kotoko-chan! ¡No sabes lo feliz que estoy por ti! - con voz cantarina y ojos llorosos Motoki se lanzó a abrazarme.

Evitando que mi helado se cayera a duras penas grité. - ¡Espera! Ten cuidado, Moto-chan. ¡Mi helado! ¡Se me va a caer el helado!

Yuuki vino a mi rescate. - Eres demasiado brusca, ¡Gorila!

- ¡¿Qué has dicho?!

- Lo que dije. - le respondió sacándole la lengua para seguir comiendo su respectivo helado.

Tuve que cubrir mi boca para evitar echarme a reír al ver la "discusión" en la que ambos entraron.

- Volviendo a temas más importantes... Me habría encantado ver la cara de esos presumidos cuando te vengaste. Por lo que cuentas fue increíble. - se lamentó Motoki llevándose una mano a la mejilla. - Hubiera compensado el enseñarle a tu amigo la semana pasada.

- ¿Kin-chan te trajo problemas?

- Algo así. Es de lento aprendizaje. Nada nuevo para mí. - no estaba mintiendo si el que Kinnosuke obtuviera el puesto 100 quería decir algo. - Me refería más a enseñarle en la cuestión "sentimental".

- ¿Quién es ese? - preguntó Yuuki con el ceño fruncido.

- Es un... ¿Emm? ¿Amigo? ¿Compañero? - le contesté sin saber que respuesta era la correcta.

- ¡Exactamente, a eso me refiero! - de forma abrupta Motoki estampó sus puños en la mesa. Yuuki y yo debimos retirar nuestros recipientes con helado para evitar que fueran derramados. El helado de Motoki no fue tan afortunado y cayó al suelo con un "splash". - Ninguno de los dos al parecer sabe en que postura se encuentra. El pobre se encuentra fatal.

- ¿Tanto así? No me pareció que...

- ¿Sabes que se culpa de la muerte de tu padre y tu accidente? - mi helado se deslizó de mis manos al escuchar eso, cayendo al piso. - Al principio se echó la culpa por golpear con tanta fuerza la pared de tu casa, luego por no asegurarse de tomar tu mano al momento de huir, después fue por olvidarse de también ayudar a tu padre y finalmente se echa la culpa por no ser tan fuerte para levantar todos los escombros que cayeron sobre ustedes... Ha estado lidiando con esa culpa desde entonces. Que tuvieras amnesia hizo las cosas más difíciles, ni siquiera pudo intentar disculparse o darte apropiadamente el pésame por la muerte de tu padre.

- ¡Kin-chan no tuvo la culpa de nada! - me apresuré a decir sintiendo un vuelco en el estómago, el arrepentimiento arremolinándose dentro de mí. No debí haber ignorado a los amigos de la Kotoko original aun cuando la situación fuera tan incómoda.

- Lo sé. Se lo hice saber. Eso no evita que todavía se sienta culpable. - suspiró mirándome con empatía, posando una mano en mi hombro. - Tampoco es tu culpa, Kotoko-chan. Nadie pudo haber previsto el accidente.

"En eso te equivocas, Moto-chan. Mi llegada ocasionó estos cambios tan grandes. Yo... ¿Esto es mi culpa? ¿Mis acciones causaron tanto dolor? Yo... "

- Kotoko Onee-san - me llamó Yuuki sacudiendo mi brazo, sacándome de mis turbulentos pensamientos. - Solo debes decirle que no lo culpas. Es así de fácil. Luego pueden decidir si seguir siendo amigos o no, ¡No es tan difícil!

Parpadeé un poco perpleja porque, a decir verdad, ¡Lo que Yuuki decía tenía sentido! Primero el consejo de esa noche y luego esto, ¿Desde cuando este niño se volvió tan sabio?

- ¡Yuukiiii, no crezcas tan rápido! ¡Me asustas! ¡No dejes a tu Onee-san atráaaas! - fingí llorar para lanzarme a abrazarlo con fuerza.

- ¡No, tonta! ¡Mi helado! - protestó rojo de vergüenza.