Capítulo 5: Clase 3-B

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El verano terminó en un abrir y cerrar de ojos.

Tía Noriko parecía decepcionada de que ninguno de sus planes de emparejamiento resultaran y se lamentó abiertamente con Tío Shigeki. Yuuki regañó a su madre por ser tan entrometida. Yo lo secundé, ya iba siendo hora de que le quedara en claro que sus intenciones no eran apoyadas por nadie. Creí que el imbécil estaría de acuerdo; sin embargo, se alejó en silencio con una extraña expresión. 

Al volver a la escuela me dirigí por última vez a la Clase 3-F para entregar los deberes de verano. El profesor los revisó en ese mismo momento y apuntó un 100 en mi expediente. Lleno de orgullo me ofreció felicitaciones. Mis ahora ex compañeros lloraron por mi partida; pero igual que nuestro profesor me dieron ánimos y me desearon suerte.

Más que feliz me dirigí al que sería mi nuevo salón. Estaba a punto de abrir la puerta cuando una conversación en el interior me detuvo.

- La transfirieron a nada de terminar la escuela, ¿Es esto normal?

- Es un caso de caridad. Perdió su hogar y a su padre. Deben tenerle lástima.

- No creo que sea solo eso. Los profesores y el director estaban impresionados con su rendimiento y quisieron recompensarla, ¡Se volvió una celebridad!

- ¡Pues claro! ¿Cuándo has sabido que un estudiante de la Clase F sea transferido a la Clase B?

- Para mí que hizo trampa. No es posible que alguien que nunca había estado en el tablón de los cien primeros saque de la nada 40 puntos en el examen de mitad de semestre y otros 36 puntos en el examen final.

- Tampoco lo entiendo, ¿Uno puede volverse inteligente de la noche a la mañana?

- Escuché que se lesionó en la cabeza durante el derrumbe de su casa, ¡Puede que se le arreglara el cerebro!

- ¡Ja! Sí es tan sencillo debería intentarlo.

Las risas estallaron y mi emoción se esfumó de inmediato.

Mi mano tembló en el pomo. 

- "Vamos, pudiste con el imbécil, ¡Puedes con esto!"

Abrí la puerta de forma brusca, sorprendiendo a mis nuevos compañeros. Caminé con paso firme hasta llegar a mi pupitre asignado, sentándome en completo silencio. Muchos parecían avergonzados al percatarse que los había oído; otros, por el contrario, no ocultaban en lo absoluto que les molestaba mi presencia. Si planeaban seguir burlándose nunca podré saberlo porque en ese momento el profesor ingresó ocasionando que todos regresaran a sus asientos. 

El profesor sacó una pila de hojas que hizo que repartiéramos por cada fila. Miré la hoja en mis manos notando que contenía preguntas personales, metas de vida, otras cosas. 

- Espero que todos completen su encuesta con seriedad. Es necesario para poder asesorarlos. - el hombre tenía una expresión malhumorada y amenazante. - Debido a que esta es una escuela afiliada, la mayoría de los estudiantes ingresaran a nuestra universidad hermana. Sin embargo, como todos saben, dependerá de sus calificaciones en los exámenes finales de este semestre. Su puntaje promedio debe superar cierta marca... - en medio de su discurso su mirada se desvió hacia mí. El desdén en sus ojos me dejó helada. - Para la Clase F en particular, la cantidad de estudiantes decepcionantes cada año es alta.

Imitando al profesor mis nuevos compañeros voltearon a mirarme, algunos con expresiones burlonas y otros con ojos desafiantes.

No pude evitar apretar la tela de mi falda con fuerza.

"Ya no soy parte de la Clase F, ¿Por qué siguen tratándome de esa forma? No, aún si todavía perteneciera a esa clase, no tendrían porque juzgarme cuando tengo tan buenas calificaciones. Entiendo esta inmadurez de parte de mis compañeros, ¿Pero del profesor?"

No Tendré Una Relación TóxicaWhere stories live. Discover now