Capítulo 19

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La idea de Wooyoung es ir al Seven Eleven cerca del departamento esa mañana.

“Mi culo está adolorido y quiero un rol de canela.”

Esa es razón suficiente para conducir hacia allá, Yeosang cantando felizmente la última canción de Red Velvet y Wooyoung sonriendo mientras mira fuera de la ventana.

Cuando llegan, San saca su billetera.

“Busquen algo de beber, yo traigo la comida. ¿Qué quieres, Sanggie?”

“Lo que sea que tenga crema.” Responde. “¿Qué vas a tomar?”

“Lo que sea que tenga café.” San va hacia la parte de postres después de navegar a través de estantes de comida chatarra, mierda inútil y demasiados tipos de ramen instantáneo.

“Tomaré un rol de canela y…¿Tiene algo con crema?” Le pregunta a la mujer detrás de los postres.

Ella le sonríe y asiente, tomando el dulce de canela y un eclair lleno de crema. Los pone en una bandeja y San los paga, toma la bandeja y comienza a buscar a los otros.

Los encuentra sentados en una de las mesas cerca de los ventanales, bebidas puestas sobre esta, dejando el asiento del medio para él. Camina hacia ellos y entonces Wooyoung se inclina y besa a Yeosang en los labios, brevemente. San camina más rápido y se sienta en el medio casi brutalmente, poniendo la bandeja en la mesita.

Wooyoung suelta una risita y le besa en la comisura de los labios, Yeosang hace lo mismo y San suelta un quejido.

“No sean repulsivos.”

“No seas celoso.” Responde Wooyoung con autosuficiencia. “Te trajimos café negro, ¿Eso está bien?”

San afirma y toma la lata, fría al tacto, la abre y traga la bebida. Wooyoung bebe leche de chocolate de una lata con una pajilla azul y Yeosang toma jugo de manzana.

San empuja el eclair hacia Yeosang y Wooyoung toma el rol de canela.

“¿No vas a comer nada?” Pregunta, San niega con la cabeza.

“No tengo hambre.”

Wooyoung hace un puchero y arranca un pedazo de su dulce, ofreciéndoselo a San.

“Te dije que no es…”

“Cómete esta jodida mierda antes de que la fuerce en tu maldita garganta.”

San rueda los ojos y toma un pedazo del rol. Es demasiado dulce, por supuesto que a Wooyoung le gustaría algo así.

“La próxima vez que te pongas así te voy a follar tan fuerte que no vas poder caminar por un par de meses.”

“¿Eso es una amenaza o una promesa?”

“Chicos, por favor.” Yeosang muerde el eclair, la crema cayendo por su mentón. “Actúen como adultos.”

“Mira quién habla.” San pasa su pulgar por su mentón y toma la crema, entonces lame su dedo.

Un corto silencio les sigue, la puerta de la tienda se abre y un grupo de niños entra felizmente, corriendo al congelador en el que se encuentran los helados.

San suspira.

“Dios mío, somos asquerosos, ¿No es así?”

Wooyoung se encoge de hombros.

“Me gusta.” Dice con la boca llena de dulce.

“A mí también, ¿Qué tiene de malo ser asqueroso?”

“Bueno, San, querías hablar.” Wooyoung toma un trago de su leche de chocolate. “Habla.”

San frunce el ceño.

“¿Por qué tengo que ser yo el que hable?”

“Porque eres el que quería tener esta conversación.”

“Eso es porque tenemos que tenerla.”

“No creo que haya demasiado que decir.” Yeosang lame la crema encima del eclair. “Me gustan ambos, les gusto a ustedes, se gustan entre ambos. Ahí está, listo.”

“¡No, listo no!” San se frota el puente de la nariz. “Esto… no sé cuántas relaciones hayan tenido pero supongo que no habían tres personas involucradas.”

Wooyoung asiente.

“¿Y?”

“Va a ser diferente.”

“Bueno, sí, ¿Y?”

¿Y?

¿Y qué?

San no tiene ni la menor idea.

“Simplemente se siente distinto.”

“Eso es cierto.” Yeosang está de acuerdo. “Pero creo que nos acostumbraremos. Es sólo que… No sé si quisiera estar sin uno de ustedes. Los quiero a ambos.”

San traga.

“Sí. Sí, yo también.”

Wooyoung suspira.

“Honestamente, el amor murió cuando alguien puso un dígito límite. Nos sentimos extraños porque las personas no enseñaron que así lo era. No lo entiendo, los sentimientos no funcionan así, no los controlas y decides que ah, vas a elegir a uno de los dos porque es lo correcto. A la mierda eso, a la mierda lo que sea correcto. Los quiero, me hacen feliz, ¿Por qué no puedo tenerlos a ambos? ¿Qué tiene de malo?”

San se mantiene en silencio, mirando a Wooyoung que está fingiendo estar muy concentrado en su leche de chocolate, mirándola con las mejillas rosáceas.

“Yo igual.” Dice Yeosang, San se voltea para verlo. “También pienso lo mismo de ustedes dos. Me hacen feliz, lo cual… No es fácil.”

San respira profundamente y busca la mano de Yeosang debajo de la mesa, una vez que la encuentra la sostiene, apretando un poco. Yeosang no la aprieta de vuelta, no tiene qué.

“Bien.” Dice San, poniendo su otra mano en la rodilla de Wooyoung. “Vamos con las reglas. Si alguno se siente incómodo con algo, lo dice. Cualquier cosa, incluso lo más estúpido. Si alguien siente que está siendo ignorado o que… no sé cuál sea la palabra correcta… que no está siendo tomado en cuenta como merece lo dice. Incluso aunque no sea verdad. Hablamos, ¿Sí?, nada de esconder cosas del otro, nada de esa mierda. Si queremos que esto funcione necesitamos ser abiertos y hablar.”

Pausa y los mira para ver si lo siguen, ambos asienten.

“Bueno, entonces.” San se encoge de hombros. “Supongo que estamos juntos.”

Wooyoung chilla felizmente y Yeosang carcajea en una de sus risas molestas.

EPOCH | WooSanSangWhere stories live. Discover now