Sin cadenas

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Mientras tanto en la casa de los Casa grande, familia de los chicos Santiago y nuevo hogar de Bobby y Ronnie Anne Santiago.

—Te vez... Diferente... —Dijo Ronnie Anne. Observaba fijamente a su hermano mayor, él cuál parecía estar algo cambiado.

Bobby la volteó a ver desde arriba, el latino usaba sus propulsores de las plantas de sus zapatos de hierro. Por que, cómo recordarán... Es noventa y cinco por ciento ciborg gracias a Lisa.

Acomodaba unas cajas en la parte de arriba de un estante muy alto, era todo lo que tenía que hacer y luego... Iría a matar a Rex.

—Pues... Yo me siento igual —bajo para ponerse frente a su hermana menor. Ya había acabado y ahora debía terminar lo que empezó ayer.

—¿A dónde vas? —Preguntó Ronnie Anne con algo de seriedad y preocupación.

Bobby le sonrió y dijo.

—Debo ir a hacer algo... Volveré pronto —le revolvió el cabello a su hermana para después salir del edificio.

Ronnie Anne cambio su semblante a uno molesto.

—Bien, eso me da tiempo para ir a la casa Loud y pulverizar a cierta niña genio por hacerle eso a mi hermano —salio del edificio y tomó su bicicleta. Era obvio que sabía lo que le paso a su hermano.

Pero no sabia que el peligro estaba en la casa de su amigo albino.

En la casa de Claire.

Las chicas habían vuelto del baño. Ahora Lana debía continuar con su historia ya que Rex presentía que muy pronto tendría un enfrentamiento a muerte... ¿Y cómo lo sabía?

Pues muy fácil, recibió un mensaje en su celular.

De Bobby:

—Muy pronto tendremos un enfrentamiento a muerte.

—Y aún no se como consiguió mi número —susurró Rex por lo bajo.

—¿Disculpa? —Preguntó Claire.

Rex guardó su celular y puso total atención a su hermana y a Lana.

—No, nada —le dijo a Claire, luego se volteo a ver a Lana. —Puedes continuar Lana.

—Si... —Lana asintió y continuó.

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Lincoln poco a poco abría los ojos. No sabía donde estaba... Le dolía mucho su cabeza, sentía que algo bajaba por su frente.

Lentamente se tocó y al ver lo que era. Se asustó. Vio que en sus dedos tenía sangre y no sólo eso, al parecer empezaba a experimentar una hemorragia.

Si que le dolía mucho la cabeza. Notó que estaba en el sótano de su casa.

—A-ayuda... —Intentó gritar pero se sentía mareado.

—¡Lincoln! —Se escuchó un fuerte grito que provenía de arriba.

Reconoció de quien era esa voz en ese instante.

—L-Lana... —Se encaminó rápidamente hasta la primer planta.

Salió rápidamente del sótano y se quedó sin habla al ver la escalofriante escena que había en la sala de su casa.

—Lincoln... —Dijo Lynn con algo de dolor. Ella se veía muy golpeada. Cómo si hubiera peleado a muerte con alguien.

Todas sus hermanas, hasta sus padres estaban de rodillas en el suelo. Todos los muebles de la sala habían sido removidos dejando la sala muy vacía.

La historia de LanaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora