Deseo Vivir a tu Lado [JSHK]

#35: Hospital

En la habitación de ese hospital, los familiares del chico en la cama lo acompañaban, Amane simplemente lo veía desde la punta de la camilla.

"Ahora que lo pienso... Dije que me estaba defendiendo... Pero realmente no tengo idea de lo que pasó"

- Amane...

- Tú aléjate

- Fue él quien se entregó

- Si, ya deja de estorbar

Apretó sus manos, no sabía que hacer, no sabía cómo sentirse.

"¿Que estabas haciendo Tsu?"

- hijo...- su padre lo sacó de sus pensamientos- Tengo que ir a la casa un momento..- el hombre observó a su esposa preocupado- cuida a tu madre

- ¿Papá?

- Está muy afectada- le dijo con un aura triste- abrazala por mi

- Bien... Regresa rápido

El mayor le sonrió y salió del cuarto, inmediatamente después, el pequeño castaño abrazó a su madre.

- Tsu estará bien

- Cariño... - la dama murmuró, estaba confundida hasta que sintió que el abrazo se hizo más fuerte, quizás no se lo decía solo a ella- Lo sé- se puso a su altura para devolver el gesto

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.

Hiromi y Nene, aún sabiendo que no tendrían respuesta, se encontraban frente a la casa de los Yugi, tocando el timbre por quinta vez.

- Hiromi-chan... No están aquí

- ¡Deben venir! ¡Tsu-kun debe estar bien!

- Hiromi.. - la albina no sabía que hacer, jamás se imaginó que aquello pasaría, pensó que al salvar a Tsukasa de Amane ya no estaría en peligro pero aún así...

"Los Humanos mueren fácilmente ¿Sabías?"

- Hanako-kun...- murmuró Yashiro sosteniendo con fuerza su broche de calavera...

De pronto un sollozo la alertó, la rubia se encontraba recostada en la puerta, llorando preocupada por la situación de su mejor amigo. Lo único que Nene pudo hacer fue abrazar su espalda y decirle, sin estar al cien por ciento segura, que todo estaría bien.

Eso, hasta que otro sonido le llamó la atención, un auto se estacionó al frente de la casa y de allí salió el señor Yugi, quien se acercó a ellas con un rostro... Podría decirse acomplejado.

- Chicas -dijo suavemente, Hiromi volteó a verlo de inmediato, Izumi al ver los ojos rojos y llenos de lágrimas de la niña su corazón se encogió- Vinieron a buscar a Tsukasa...- más que una pregunta fue afirmación, sin dejar atrás la voz tenue