2. Equinoccio de otoño

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El equinoccio de otoño de mi decimoctavo cumpleaños comenzó de la manera más inesperada. Jamás había nevado en estas fechas y debido a la densa capa de nieve que cubría el pueblo, se habían suspendido todas las celebraciones. Nos habían recomendado no salir, y por ello, me extrañó mucho cuando llamaron a la puerta.

—¿Quién es? —pregunté antes de abrir.

Al otro lado, se escuchó un leve sonido de cuero y metal que me recordó al de una espada al salir de su vaina, y la puerta se abrió de golpe como empujada por una fuerte ráfaga de viento. Caí al suelo y aquella afilada arma me quemó la piel como si se tratara de un ácido. Grité y después, todo se volvió negro.

Akimitsu. El Guardián del Otoño.Onde histórias criam vida. Descubra agora