Parte 26

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Cuando entró al hospital, se encontró con Jihoon que se marchaba.

—¿A que hora nos dejarán pasar? -le preguntó Jimin parándolo.

—Ya está en una habitación común, es la 104, yo me voy al bar.

—Estás bien?

—Esto me supera, no sé como cuidaré de él cuando salga del hospital, la doctora dijo que podía intentarlo de nuevo -gimió el niño, se lo notaba demacrado.

—Jihoon, llamé a su hermano, él vendrá a cuidarlo.

—Oh Dios santo, que alivio!! -suspiró y tiró todo el aire de los pulmones como si se estuviese sacando una mochila de 20 kilos de la espalda. Jimin sonrió. -Gracias Hyung! estaré escribiéndole para ver como está.

—Escríbeme a mi, el celular de él se me cayó cuando venía, le compraré otro mañana.

—Ok. gracias Hyung

Jimin sonrió nuevamente. Sabía que V estaría contento de poder librarse del pequeño mocoso.

—Trajiste mi celular? -preguntó apenas lo vio entrar a la habitación.

—Si, sobre eso! venía cargado y se me cayó de la moto, quise levantarlo pero un camión le pasó por encima, perdón bebé, perdón -le dijo mientras tiraba el bolso a un lado y se aproximaba a besarlo. -Necesitas llamar a alguien? aquí tengo el mío.

—Si, a Bogum, quiero decirle que no podré ir al club porque me siento mal pero que mañana estaré sin falta. Por favor Jimin, que no se te vaya a escapar que estoy internado. Y no te preocupes por el mío, no tenía número tan importantes. Supongo que últimamente nada es muy importante.

Jimin se acostó junto a él, pegándose bien a su cuerpo para que pudieran caber los dos y apoyó su cabeza en su pecho.

—Tranquilo Taetae, ya mejorarán las cosas. Los dos saldremos de esta, como siempre.

V le acarició la cabeza y abrazados, quedaron dormidos.

*

Se despertaron con una voz suave.

—Kim Taehyung, que hiciste esta vez?

V abrió los ojos despacio y se encontró con un rosto que no veía hacía un par de años. El hombre que estaba a su lado le acarició la mejilla y toda la coraza que había armado sobre su alma para poder resistir las embestidas de la vida, se hicieron añicos.

—Hermano! -gimió Tae y se abrazaron.

Jimin se levantó lentamente, aproximó una silla para Jin y otra para él.

—Por qué estás aquí? quien te...? Jimin, por qué llamaste a mi hermano? No era para tanto, mírale el rostro, de nuevo está preocupado por mi!

—Debo preocuparme por ti, soy tu hermano mayor!

—Tae -habló jimin sentándose para hablar con calma -la doctora necesitaba hablar con él, tienes que desintoxicarte y comenzar un tratamiento médico para tu depresión. Jin te cuidará, verdad Jin? Él se quedará contigo hasta que estés bien.

Tae miró a su hermano sin dejar de llorar.

—Jimin, ve a tomar un café, se te ve cansando. Necesito hablar con este niño.

El rubio más bajo se levantó sonriente y besó a su amigo antes de marcharse.

*

Jin se sentó al lado de Tae, en la cama, cruzó las piernas y le puso las manos a ambos lados del rostro.

—¿Qué tanto deseas curarte?

Tae nuevamente rompió en llanto, lloró por todos los años que se había obligado a fingir que nada le importaba con la sola meta de endurecerse, lloró por su tristeza, por el amor violento que lo atormentaba, por la anestesia que necesitaba todos los días, por el filo en las venas y la tranquilidad que sintió cuando lo hizo.

—Realmente deseo curarme.

—Entonces harás lo que te diga.

y Tae afirmó con la cabeza mientras se aferraba a las manos de su hermano con desesperación.

*

Jimin puso el grito en el cielo cuando se enteró de la decisión y luego de hacer un berrinche inmenso, recién aceptó que era por el bien de Tae.

A Tae le dieron el alta al día siguiente. Durante la mañana hizo los papeles en launiversidad para el traslado. A la tarde habló con su arrendatario para rescindir el contrato sobre su departamento.

A la noche fue al Rapsodia: cuando él ingresaba por la puerta lateral, Jungkook estaba en la barra pidiendo un turno para V.

Taehyung estuvo media hora en la oficina de Bogum, presentando su renuncia. Cuando terminó de hablar con él, se despidió y fue al camerino de Jimin, Jin ya había partido hacia la ciudad vecina donde tenía un departamento que compartiría con su hermano.

—Me dijeron que tengo que quedarme con alguien durante la noche para que no haga pelotudeces -le dijo mientras le arreglaba el traje a su mejor amigo.

—No te preocupes, en algún momento vas a dejar de ser un bebé y vas a madurar, y cuando lo hagas vas a regresar para vivir conmigo, verdad? -le reprochó Jimin mientras sacaba las llaves de su departamento y se las entregaba a V.

—Verdad! -confirmó Tae con una sonrisa.

Mientras V salía por medio del club, intentando no chocar con las bailarinas y bailarines que se cruzaban dejando sus tarjetitas en las mesas, un empleado del bar se aproximaba a Jungkook para decirle que V ya no trabajaba más en el club pero que podía elegir entre otros bailarines.

Tae casi choca con el empleado. Pidió disculpas y siguió, el cuerpo del hombre le impidió ver quien era el cliente sentado.

La información que le estaban dando dejó a Jungkook tan paralizado que no reconoció la voz que pedía disculpas.

El destino puede ser una perra, pero también puede apiadarse y ser un bálsamo para el alma, en este caso, decidió que no era tiempo para que ellos dos se reencontraran.

V salió, tomó su moto y se dirigió al departamento de Jimin.

Jungkook a los dos minutos, hizo el mismo camino hacia el estacionamiento, tomó su auto y se dirigió al departamento de Tae.

No podemos sentirnos mal por la decisión que tomó Tae, no es así, lector@s?

Tae no estaba preparado para el amor de Jungkook.

Jungkook no estaba listo para admitir que lo que sentía lo había desbordado y lejos de hacer sentir bien al hombre que creía querer como nunca antes lo había hecho... lo estaba destruyendo.

Esa noche, el pelinegro llegó a su casa desesperado, Tae había renunciado al club y no estaba en su departamento, necesitaba hablar con él, necesitaba acariciarlo una vez más. Hyuna lo esperaba para cenar, estaba cansada del mal humor de su marido y de la sensación de vacío que experimentaba con él.

—No sé como sobrellevaremos todo esto, pero debemos hacerlo -le dijo mientras cortaba el silencio que había invadido sus cenas desde hacía un tiempo. -Jungkook tenemos que solucionar nuestro presente. Hoy me fui al médico porque no me sentía bien.

Jungkook levantó la mirada y la observó. Sí, se la veía demacrada, desde cuando estaba sí? ya casi ni le prestaba atención a la mujer que supo amar.

"supo amar", esa apreciación era exacta! porque debía admitir que ya no sentía nada, todos sus sentidos habían quedados obnubilados por el rubio.

—Qué te dijo el médico?

—Qué tengo 3 meses de embarazo.

Streeper - kookV - COMPLETAWhere stories live. Discover now