Capítulo 9: Cobarde, capullo e insoportable puercoespín

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Salgo del despacho de la directora Dowling suspirando de cansancio

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Salgo del despacho de la directora Dowling suspirando de cansancio. Silva y ella me han prohibido contar lo qué he visto. ¡Menuda gilipollez! La gente me ha visto correr como loco pidiendo ver a un profesor, no he tenido muchas luces pero, en ese momento, algo parecido al pánico invadió mi mente y me hizo actuar así. Me apoyo en la puerta de madera haciéndola crujir e intento despejar mi mente, pensar. Si no puedo decir nada es porque es verdad, los Quemados han vuelto y eso es grave, es una gran putada.

—¿El porro te ha sentado mal y has tenido que ir corriendo a los brazos de la señorita Dowling? —bromea una voz juguetona.

—Sky, no me toques los cojones —gruño ante sus palabras. Levanto la vista y puedo sentir la preocupación a través de sus intensos ojos—. Yo estoy bien pero el que no lo está tanto es un abuelete. El señor dudo que vuelva a poder ir a sus clases de aquagym con las quemaduras que cierto ser le ha hecho.

—¿Los quemados? —inquiere frunciendo el ceño. Asiento levemente y me acerco hacia la otra pared en la que se ha apoyado—. ¿Estás bien? ¿Cómo ha sido?

—Considerando que podría haber sido yo y no él el que hubiera acabado muerto, pues...seh, estoy bien —contesto con gracia pero no me siento deseoso de seguir haciendo bromas—. Han vuelto, Sky. La directora considera que no pero un solo quemado es imposible. Tienen que ser varios y eso significa que nos toca trabajar para matarlos porque la última vez no acabaron con ellos.

Hace dieciséis años que supuestamente los reinos del Otro Mundo celebraron la exterminación del gran peligro que suponían los Quemados, criaturas nauseabundas que o matan en el acto como ha hecho este con el anciano o envenenan a la persona volviéndose uno de los suyos. Su modus operandi es fácilmente identificable, lo digo yo que me interesan cero los temas de historias y leyendas. Estoy asustando aunque nos entrenan para esto, para proteger al Otro Mundo de su posible resurgimiento. Pues ya lo tenemos aquí.

Quizás es porque no nos lo esperábamos tan pronto, es nuestro segundo año pero siento que no estoy lo suficientemente entrenado y lo que más me apetece ahora es tomarme un buen trago de algo que pegue bien y me haga olvidarme de toda la mierda que me acaba de pasar en tan solo 20 minutos. Sky tampoco tiene buena cara, le doy una palmada en el hombro a modo de consuelo. Es como un hermano para mí y sé lo que pasa por su mente ahora mismo. Su padre, Andreas, murió por culpa de ellos y de esa maldita guerra. Lo último que querrá es hablar de ellos.

—No veo a la chica de pelo morado por aquí —suelta él después de unos segundos de silencio—. ¿No me habías abandonado por ir con ella? ¿Ha visto al quemado?

Le conozco muy bien, le ha molestado el gesto de antes. Tenía que apartarle, a mí me llaman rompecorazones injustamente porque es él quien siempre enamora a todas. A toda chica que pasa a su lado se le caen las bragas. ¿Tenía que apartarle? ¿He hecho bien? Doy un golpe con el puño cerrado a la pared y me incorporo. Sky me sigue por el pasillo de vuelta a nuestra habitación.

·𝑬𝒎𝒑𝒂𝒕𝒉𝒚 & 𝑰𝒍𝒍𝒖𝒔𝒊𝒐𝒏𝒔 ·  ✨ꜰᴀɴꜰɪᴄ ꜰᴀᴛᴇ: ᴛʜᴇ ᴡɪɴx ꜱᴀɢᴀ✨Where stories live. Discover now