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Los días nuevamente pasaron y ninguno se atrevió a acercarse al otro

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Los días nuevamente pasaron y ninguno se atrevió a acercarse al otro.
Shuri no podía dormir ya que no paraba de pensar en lo que le había dicho Nakia y miles de posibilidades negativas.

¿Y si luego Namor trataba de lastimar a Toussaint?

Tenía tanto miedo de perder a alguien más y si de algo estaba segura es que no lo iba a permitir. Haría todo con tal de proteger a los suyos y era por eso que tendría que regresar a Wakanda.
Con ella lejos su pequeña familia estaría a salvo.

El sol se hizo presente dándole paso al amanecer a lo que Toussaint rápidamente se levantó de su cama y abrió su puerta saludando a su madre desde el pasillo mientras corría a despertar a su tía, pero al llegar se llevó una enorme sorpresa al ver la cama vacía.

— Mamá — llamó a su madre quien acudió a su llamado, pero antes de que esta llegade el sonido del motor de la nave de Shuri la detuvo.

— ¡Shuri! — grito Nakia mientras salía rápidamente de la casa seguido de su pequeño quien lloraba.

— ¡Tía Shuri!— grito el pequeño mientras sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

Shuri observo todo desde el aire y elevo su mano despidiéndose de su familia quienes lloraban desconsoladamente y pedían que no se marchase.
Tal vez y esa no había sido la manera correcta de despedirse, pero era lo mejor para ellos. Era por su protección.

A lo largo del viaje Shuri desviaba su mirada hacia el inmenso océano esperando que algo o alguien surgiera de dicho. Traía consigo la caracola que le había dado Namor y fue entonces cuando vino a su mente el llamar al rey.

Detuvo su nave en medio del océano y abrió sus compuertas. Se sentó y sopló con todas sus fuerzas la caracola esperando que el rey acudiese a su llamado. Espero un buen rato y cuando estuvo a punto de rendirse y continuar con su viaje fue cuando de las aguas emergió el rey quien la observo con seriedad.

— ¿A donde crees que vas? — preguntó el rey mientras se subía a la nave de la princesa.

— Eso no es de su incumbencia, majestad— el rey soltó una risa sarcástica.

— Claro que lo es si tiene que ver contigo, princesa. ¿A donde vas? — preguntó nuevamente.

— Solo te llame para decirte que esto no puede continuar — habló la princesa.

— ¿A que te refieres? — preguntó el rey con confusión.

— No podemos continuar viéndonos, Namor — aclaró la princesa.

— ¿Bromeas? — la princesa negó provocando que el rey frunciera el ceño — ¿Haras esto por que te deje en la mañana?¿Solo por un capricho? — esta vez la princesa rió sarcástica.

— ¿Te crees tan afortunado? — preguntó con un tono burlón — Sigue fantaseando con eso, serpiente hipócrita.

— He fantaseado con mil cosas, princesa y créeme que en la mayor parte estas incluida — admitió mientras se acercaba a la princesa provocando que esta retrocediera nerviosa — ¿Ahora me temes o a lo que yo podría hacerte si tan solo me dieras el permiso? — la princesa trago saliva.

Namor acorralo a la princesa contra el muro de su nave y procedió a acercarse a los labios de la princesa. A un par de milímetros susurró.

— In puksi'ik'al a tia'al — susurró contra los labios de la princesa para luego besarla.

Shuri le siguió el beso inmediatamente. Era un beso desesperado como si ambos no se hubieran visto hace mucho tiempo. Agitados se separaron y fue entonces cuando el rey rodeo a a la princesa en un cálido abrazo.

— ¿Yaan a p'áatal tin wéetel? — susurró el rey — Ma' taak in separar in ti' teechi' tu ka'atéen — dijo mientras se escondía en el cuello de la princesa.

— Voy a tener que aprender maya por tu culpa — Namor rió.

— Yo te enseñaré — Shuri rió.

— ¿Maya o a ser un hipócrita? — Namor sonrió listo para defenderse.

— Yaan in ka'ansik a miles ba'alo'ob — dijo con picardia para luego besar el cuello de la princesa.

— Namor esto está mal — el rey negó.

— ¿Qué tiene de malo? Ambos somos libres y podemos decidir por nosotros mismos. No hay nada que lo impida — Shuri bajo su cabeza.

— Tú eres el asesino de mi madre ¿Eso acaso no importa? — Namor soltó un suspiro — ¿Acaso no has pensado en aquello?.

— Lo sé y créeme que no hay día en el que me lamente en haber hecho todo eso. Fui cruel, pero créeme cuando te digo que me arrepiento de todo aquello. Teene' in yaakumech, Shuri — dijo mientras tomaba a la princesa de la barbilla y la obligaba a verlo a los ojos — In yaakumech — las lágrimas de la princesa caían sin parar.

— No te entiendo. Me dijiste eso por la mañana cuando te fuiste. ¿Qué quiere decir entonces? ¿Acaso no soy un capricho tuyo? ¿Una obsesión? — dijo sollozando.

— In yaakumech significa te amo — admitió el rey dejando a la princesa sin palabras — Se que te lastime y créeme que intenté alejarme. Intente no pensar en ti, pero fue complicado y lo fue aún más cuando probé tus labios. Deseo que tú seas quien gobierne a mi lado. Tan solo piensa en todo lo que podríamos hacer con ambas naciones completamente unidas — Shuri se quito las lágrimas con brusquedad.

— Tal vez, pero mi pueblo no merece esto. No merece ser gobernado por alguien que no respeto la memoria de su madre y se atrevió a enamorarse de una sucia serpiente como tú — dijo con notable molestia — Mi nación es lo primero.

— ¿Ahora finges que lo es? ¿Y yo soy el hipócrita? Tú fuiste quien me correspondió todo este tiempo, princesa. ¿Crees que eres digna ahora? Pues déjame decirte que dejaste de serlo la hora en la que decidiste aceptar cada beso, palabra o caricia mía — Shuri le levanto la mano pero este la tomo a tiempo — ¿No crees que ya es tarde para tener una pizca de moral? — soltó con crudeza toda la verdad.

— Pues no creo que tú seas el indicado para darme tal sermón — dijo mientras se zafarse del agarre del rey — No te acerques a mi o juro que iré a tu nación solo para hacerte pedazos. Y créeme que no seré piadosa, asquerosa serpiente.

— Me gusta cuando me amenazas, pero si no vienes tú, pues tendré que darle una visita a tu linda nación — ambos se observaron desafiantes.

— ¿Deseas romper nuestra alianza? — preguntó la princesa.

— Tú fuiste quien la rompió — dijo para luego marcharse.

Traducciones

In puksi'ik'al a tia'al = Mi corazón es tuyo.

¿Yaan a p'áatal tin wéetel? =¿Te vas a quedar conmigo?.

Ma' taak in separar in ti' teechi' tu ka'atéen=No quiero separarme de ti otra vez.

Yaan in ka'ansik a miles ba'alo'ob= Voy a enseñarte miles de cosas.

ᴍɪ ɴᴀᴄɪᴏɴ / ɴᴀꜱʜᴜʀiWhere stories live. Discover now