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Había pasado un mes desde lo sucedido con la directora de la CIA y la supuesta traición de la princesa Shuri

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Había pasado un mes desde lo sucedido con la directora de la CIA y la supuesta traición de la princesa Shuri. La princesa dejó de insistir con los llamados y continuo con su entrenamiento, mientras que por otro en el reino submarino yacía el rey quien jugaba ulama con un grupo de niños. Habia intentado distraerse con sus deberes u otras actividades junto a su gente.
Un  claro ejemplo era el que se encontraba jugando ulama con un grupo de niños.

Namora observaba aquella escena sonriente y animaba a los niños quienes daban su máximo para vencer al rey quien iba ganando por dos puntos de diferencia junto con su equipo. El rey se encargaba de darle los pases a los niños que conformaban su equipo y dichos se encargaban de anotar los puntos. El juego llegó a su fin y el equipo del rey celebró su victoria. Los niños del otro equipo pedían que el rey jugase para ellos, pero este les agradeció y les prometió que jugaría para ellos en otra ocasión, puesto a que debía continuar con sus deberes reales.

Namor recorrió todo Talokan asegurándose de que los guardias realizarán correctamente su trabajo y mantuvieran sus posiciones.

Necesitaba a su gente a salvo.

Namora quien lo acompañaba en su recorrido por el reino iba en silecio. Esperando que su primo le hablará fue entonces cuando este se detuvo y procedió a abrir la boca listo para hablar.

— Tal vez y tengamos un nuevo enemigo — soltó Namor rompiendo el silencio.

— ¿Cómo? — preguntó con confusión.

— Es una humana, pero tranquila. Tengo todo bajo control — Namora frunció el ceño.

— ¿Qué hay de la princesa Shuri? Podríamos hablar con ella en todo caso si requerimos la ayuda de su nación — Namor negó.

— Nosotros no necesitamos de su ayuda — Namora rodó los ojos.

— ¿Qué le hiciste? — preguntó a lo que su primo fruncio el ceño.

— Ella fue quien nos traicionó, Namora — dijo mientras continuaba el recorrido — No deseo que una traidora ayude a Talokan.

— Dudo mucho que ella hiciera tal cosa. Tal vez y confundiste las cosas, primo — el rey negó — No puedo creer que seas tan terco.

— Aja — dijo mientras se acercaba a uno de los guardias — Necesito 4 guardias más en la izquierda — ordenó a lo que él guardia asintió y se retiró a realizar la orden del rey.

— Namor deberías hablar con ella — el rey negó — ¿Cuando dejaras de ser tan caprichoso? — preguntó molesta a lo que su primo rodó los ojos.

El rey se marchó dejando sola a Namora quien estaba notablemente molesta con él.

Mientras tanto en Wakanda M'Baku se encargaba de la verificación de todos los preparativos para el reto. Había ordenado realizar un banquete una vez el reto finalizará y hubiese un ganador. La princesa observaba traje de ceremonia para el reto el cual se llevaría a cabo dentro de un par de horas.

El gran día había llegado. Shuri y M'Baku se enfrentarían por el trono.

— ¿Estas lista? — preguntó Okoye desde el otro lado de la puerta.

— ¿Me puedo rendir? — preguntó la princesa mientras Okoye ingresaba a su dormitorio.

— Este es tu momento, princesa. Tu madre estaría muy orgullosa de ti — habló mientras tomaba un cepillo y peinaba el cabello de Shuri — Me hubiese encantado verlas a ambas enfrentarse.

— Ella me habría vencido fácilmente — habló mientras jugaba con aquel brazalete que se encontraba en su muñeca. Si, el brazalete de la madre de Namor.

— Yo que tú me quito ese brazalete. Es muy lindo como para romperse — dicho esto la princesa se lo quito y lo dejo sobre aquel tocador.

— Listo — dijo Okoye mientras dejaba el peine en el tocador. Había trenzado el cabello de Shuri a la perfección.

— Gracias — le agradeció a la dora milaje quien asintio para luego realizar el saludo wakandiano.

— Se ve hermosa, princesa — halago otra dora milaje mientras ingresaba al lugar — Todo está listo, majestad. Los líderes de cada tribu ya se encuentran en el punto y el rey va en camino hacia allá. Las doras nos esperan, Okoye — Okoye asintió para luego darle un pequeño beso en la frente a Shuri.

— Te veré allá. Mucha suerte — le dijo a la princesa quien asintio y le regalo una sonrisa.

Dicho esto ambas doras se retiraron dejando sola a la princesa quien rápidamente corrió a colocarse su traje de ceremonias.
Este se dividía en dos piezas una para la parte superior el cual poseía bordados con las características manchas que de las panteras, mientras tanto la parte inferior era una falta de taparrabo con el mismo diseño que la parte superior. Dibujo manchas en sus hombros y pecho.

Estaba nerviosa, pero lamentablemente ya no había marcha atrás.

Al salir dos doras la escoltaron hacia la nave que se había preparado para ella. El viaje fue rápido y cuando la nave descendió Shuri se colocó de pie. Sus manos se encontraban sudorosas y temblaban sin parar. Soltó un largo suspiro y se alentó mentalmente. Las compuertas se abrieron y la princesa descendió encontrándose a todos los líderes cantando y festejando. Entre ellos logró ver a Nakia y a su sobrino quien la saludo alegre.

Fue entonces cuando Okoye habló.

— Yo Okoye integrante de las Dora Milaje. Les presento a la princesa Shuri. La pantera negra — todos gritaron y alzaron sus lanzas, cuchillos y aros alegres a lo que la princesa se arrodillo e hizo una reverencia.

Todos golpearon sus armas contra el suelo y guardaron silencio.

— La princesa deberá perder la fuerza de la pantera negra que le fue otorgada — habló la dora mientras traía en sus manos un pequeño bol de madera con el líquido de la Hierba de corazón y se acercó a Shuri quien abrió la boca e ingirió tal líquido.

La princesa tembló y comenzó a jadear por el dolor, mientras que los líderes realizan el saludo wakandiano balanceándose de un lado mientras eran acompañados por sonido de los tambores.

Shuri se levantó y todos pidieron gloria a los ancestros.

— La princesa reta al rey M'Baku por el trono — M'Baku se golpeó el pecho mientras su tribu gruñia e imitaban a su líder — Qué el reto empiece.

Los Jabari y las Dora Milaje rodearon a la princesa y M'Baku con sus lanzas.
El hombre mono se colocó su máscara al igual que la princesa. Shuri traía una lanza mientras que M'Baku su cetro.

Era hora de pelear por el trono.

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ᴍɪ ɴᴀᴄɪᴏɴ / ɴᴀꜱʜᴜʀiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora