Fortuito • Finnick Odair

Capítulo 7

El camino a la pista de aterrizaje es lento. Debo atribuirlo a mis heridas, cojeo un poco al caminar, tengo algo enterrado en el muslo, y la sangre de mis codos se ha secado pero me da comezón. La sien me palpita y creo que me he vuelto a golpear la cabeza.

Todos tienen heridas pero Katniss no parece soportar más la caminata, así que Boggs la lleva en brazos, pero le vomita el chaleco, lo cual también me contagia a mi, me hago a un lado del camino para devolver el estómago, aunque se acercan a mi yo los aparto hasta que pasan las últimas arcadas. Fuerzo a mi cuerpo a seguir adelante pero me tiro en cuanto estoy arriba del aerodeslizador, doy una mirada a mi alrededor en busca de Katniss, que está acostada en el regazo de Gale. Y me desvanezco en el piso.

Cuando despierto estoy en mi antigua habitación de hospital. Me han lavado y vendado. Una enfermera llega, pero la reconozco unos minutos después, es la mamá de Katniss. Ella me enseña el trozo de metralla que tenía en el muslo y otra que tenía en el hombro que nunca sentí.

—¿Cómo te sientes? —su voz es amable, y noto sincera su pregunta.

—Bien —trato de sonreír— Un poco golpeado pero bien.

Ella me devuelve la sonrisa y continúa con su trabajo, realiza mis curaciones, y mientras trabaja la puedo observar, hay ciertos rasgos que le heredo a su hija, por ejemplo el como frunce el ceño, las cejas. A pesar de los años que se notan en sus facciones todavía se puede ver el atisbo de que fue una mujer bella, así como sus hijas. Plutchard llega a decirme que las grabaciones fueron estupendas y que consiguieron material estupendo, él insiste en que debería de acompañar a verlo, pero mi doctor lo disuade al decirle que he vuelto a golpearme la cabeza con una contusión que aún no sana, aunque yo le digo que me siento perfecto me dictan descanso total lo que resta del día. Las horas pasan mientras el aburrimiento me consume, ademas tengo muchísima hambre, tengo el estómago vació porque no pude conservar ni siquiera mi desayuno. Así que decido dormir para ignorar el hambre, pero en la mañana mi desayuno me decepciona por completo.

—Pan mojado con leche —gruño, lo como despacio intentando que dure un poco de tiempo, pero cuando termino tengo tanta hambre que quisiera comerme el tazón.

Y Justo antes de que lo intente hacer alguien llega diciendo que debo ir a una reunión en Comando, cuando quiero caminar se me niega, así que termino cediendo en cuanto me llevan en silla de ruedas, la gente que se cruza conmigo en el camino recibe una sonrisa de burla, tipo «mira que afortunado soy, tú caminas, yo no», pero solo deben de pensar que estoy loco.

Me dejan enfrente de la mesa, mientras esperamos a que los demás lleguen, Cressida y sus ayudantes están junto a mi, los saludo y ellos contestan, excepto uno, que aunque no hace intento de hablar puedo ver por la posición de sus labios que es un Avox, incluso tiene dificultad para pasar saliva. Katniss llega y todos la ovacionan como la pequeña estrella. Ella se cohibe pero les devuelve la sonrisa a todos.

Se sienta junto a mi, mira que Gale y Coin están compartiendo una muy animada conversación.
—¿Cómo estás? —dice de repente.
—Bien, bueno, mareado —digo– ¿y tú?
—Igual —un poco de cabello se le ha soltado así que se lo recojo poniéndolo detrás de su oreja. Ella me mira sorprendida, pero no fue un movimiento pensado, sino un impulso.

Coin nos distrae pidiendo silencio. Ella está orgullosa de lo ocurrido en el 8, dice que ya se ha estrenado el propo, que ha sido transmitido por todo Panem, a excepción del Capitolio. Así que apagan las luces, las pantallas se encienden y comienza el show. Todo aparece en pantalla como si de un recuerdo se tratara, pero todo está alineado y cortado de manera en que luce interesante y valiente todo lo que Gale y Katniss hacen, yo solo aparezco como relleno, en el hospital saludando niños, corriendo tras ella para alcanzarla, una imagen de cerca de mis heridas. Aunque no veo que pongan el momento en que fui su escudo humano, pensarlo hace que me ruborice un poco.