Segunda Parte

575 44 4
                                    

ASESINOS

CAPÍTULO 13

Después de ver a Peeta, Katniss se ha desconectado del resto de los demás. La primera noche me sorprendió que tocaran a mi puerta, pero al verla ahí, perdida y triste no pude negarle la entrada a mi habitación. Al principio ella solo venía conmigo a dormir la siesta, pero después fue expandiendo su estadía aquí, comenzó a dormir sola en mi cama y yo me quedaba haciendo guardia junto a ella, quería que durmiera sabiendo que no estaba indefensa.

Hasta que una noche las pesadillas llegaron, yo sabía bien cómo eran las mías, pero verlas en alguien más me impactó. La abrace antes de que alguien viniera a descubrir que estaba aquí, tratando de calmarla y no pude evitar quedarme dormido con ella cuando recupero el sueño. Me sorprendió lo rápido que uno cae cuando escucha otro corazón a un lado, como si te arrullara. Ese día al levantarme ya no estaba.

Y aquí estoy junto a ella otra noche más. Tiene unos minutos que he despertado pero no me quiero levantar para no despertarla. No dormimos abrazados, simplemente es estar al lado de otro, como en la arena. Estoy de espaldas, así que me giro y la veo, ella al sentirse observada se despierta, me mira y después se levanta.

Antes de que salga le pregunto:
—Katniss, ¿tú familia no se preocupa de donde pasas la noche?

Ya no tiene el collarín pero unos moretones oscuros aún están en su cuello y pronto pasarán a color verde.

—¿Te molesta que me quede? —dice, su voz está aún ronca.

—¡No! —digo y sueno desesperado, me tranquilizo y repito—. No, solo no quiero que te metas en problemas.

—Descuida —dice—. Les he dicho que me quedo cerca de las tuberías.

Y se marcha.

Cuando tengo mi horario salgo directo al desayuno, algunas personas me reconocen. No solo por los juegos, pero desde que he intentando seguir mi horario he tenido que convivir más con las personas. Lo que me motivo a hacerlo fue que, si quería ser de utilidad tenía que saber aunque sea algo de aquí. Se supone que yo al ser mayor de edad no debería de ir a alguna aula, debería tener el rango militar de acuerdo a mis habilidades, pero como nunca viví aquí, tengo que tomar clases como novato.

En historia nuclear nos enseñan todo sobre las primeras bombas nucleares, lo que hacen, como se obtienen y sus consecuencias. Es el único punto bueno de esta guerra, que se está haciendo a la antigua, porque si lanzaran su arsenal nuclear no quedaría nadie.

La verdadera parte donde destaco es en entrenamiento, básicamente nos enseñan a ser letales con el cuerpo, no solo con las armas, pero estos niños nunca han tenido que lastimar a alguien de verdad, así que cuando derribo al mejor alumno envolviendo mis piernas en su cuello todos se asombran.

—Te van a ascender pronto, como a Gale —dice un chico de pequeña estatura, las marcas en su cara son la prueba de que es sobreviviente de la epidemia de viruela que tuvieron hace años.

—Tal vez —digo. Desde que regresó de rescatar a Peeta no lo he visto, no fue a visitar a Katniss, o tal vez fue cuando Prim estaba con ella. Lo único que sé es que ahora se la pasa encerrado con Beete.

En el almuerzo estoy sentado ya con Prim y su madre, al parecer Katniss ya viene tarde. Aparece y la gente al rededor lucha por no verla, pero el morbo los vence y miran sus heridas.

Fortuito • Finnick Odair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora