Epílogo

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A lo lejos se escuchan el canto de las gaviotas. La brisa del mar golpea en mi cara, así que cierro los ojos mientras río al ver cómo Katniss huye de las olas. El sol ya casi se está ocultando, pero los últimos rayos que da son cálidos, se sienten bien en la piel.

Nuestro hijo corre tras ella, imitándola en ese juego que han inventado. Los dos se ven felices.

No lo planeábamos, nos tomó por sorpresa, estábamos cuidándonos. El tener hijos era algo que habíamos puesto sobre la mesa, pero ambos estábamos de acuerdo en que no estábamos preparados para ello. Así que cuando lo supimos, nos consumió un miedo terrible, tanto que hasta costaba respirar, no nos creíamos capaces, nos daba miedo que en algún momentos nos lo quitaran, que fuéramos malos padres, ¿qué pensaría nuestro hijo cuando se enterara de nuestro pasado? ¿Lo que hicimos? Las Arenas habían sido destruidas, pero se lo enseñarían en la escuela. Vería el nombre de su tía Annie en la placa conmemorativa, de todos los tributos y vencedores que perdimos.

Eran miedos justificados, pero al final nos dimos cuenta que no queríamos que el miedo también nos quitara esa oportunidad, si nos hubiéramos dejado llevar por el, tampoco estaríamos juntos. Así que decidimos tenerlo. Había momentos felices, pero luchábamos contra las pesadillas sobre perderlo, algunas noches yo la consolaba, otras ella a mí. Solo el tenerlo en nuestros brazos pudo calmarnos un poco. Es una copia exacta de Katniss, a excepción de esos impresionantes ojos verdes. Es muy listo y amable, Katniss aveces dice que le recuerda a Prim.

Mi hijo voltea a verme y me saluda para volver a correr, su hermano se remueve entre mis brazos.

—Con que haz despertado —le digo y él inmediatamente frunce el ceño. Me rio y le acaricio su cabello dorado. Aunque se parece a mi creo que será como su madre, comparten los mismos ojos grises y ese mal humor.

Mis hijos, que no saben lo mucho que han cambiado mi vida, que soy capaz de hacer por ellos cualquier cosa, por protegerlos. Es una fuerza inexplicable que nace de mi, la misma que sentí al querer proteger a su madre.

Katniss y yo hemos hablado sobre lo que haremos, les explicaremos cómo fue que sobrevivimos, porque tenemos que hablar por teléfono todas las semanas, porque tenemos cicatrices y porque aveces lloramos cuando leemos el libro. Será difícil, porque no queremos matarlos de miedo, pero confío en que encontraremos las palabras correctas.

Porque al final, todo lo malo ya solo es un recuerdo.

FIN.

AGRADECIMIENTOS

Este es un momento muy emotivo para mi, porque es la primera historia que termino, a la cual le he puesto mucho esfuerzo y corazón. ¿Me creerían si les digo que la idea llegó en el 2015? Así es, pero por fin deje las excusas de lado y plasme lo que tanto tiempo  estuvo en mi imaginación.

Quiero agradecerte a ti, lector/lectora, por tus votos, comentarios e incluso las vistas. Todo eso me motivaba y me sacaba una sonrisa. Disfruto mucho esto y poder compartirlo. Así que espero que no sea la última vez que nos leamos.

De nuevo, gracias a todos.

Fortuito • Finnick Odair Where stories live. Discover now