— ¡pero qué mundo tan chico, con tantos lugares en Buenos Aires! —grita al que reconozco como Ezequiel Barco, ya se habían sentado junto a nosotros creando una atmósfera agradable, pero para nada esperaba que esten hoy acá. Vuelven a traernos más tragos así que cada uno toma el suyo.
— ¿no queres? —pregunto y Enzo quien me esta mirando, ya que se había sentado a mi lado. Niega con la cabeza.
—conductor designado.
— ¡como decía! —prosigue luego de tomar de su vaso y dejarlo ahí, al parecer ya estaba medio como quería. Igual que todos. Menos los amargados: Santiago y Enzo. —ya que estamos todos: mi nombre es Ezequiel, juego en River y este es Julian quien es bastante tranquilo pero cuando entra en confianza es la persona más genial y graciosa, como todo cordobés. Y éste... bueno, todos sabemos su nombre, pero si quieren saber más, pueden preguntarle a Ludmila. —dice y Enzo lo empuja un poco.
—bueno, ellos son Santiago, mi amigo. Su novia Anne. Luciana y Julia, quien está pasando por una lesión pero ya está todo bien. —los presento.
— ¡oh, las lesiones! Que cosa t-tan mal que tenemos los futbolistas, eh. Un día estamos bien y otro día podemos golpearnos y estar parados unos meses, un mes, y después volvemos, pero siempre salimos, no te pro-preocupes, Julia. Vas a salir de esto. —se emociona y levanta una copa para que brindemos, así lo hacemos.
— ¡gran charla Ezequiel! —grita Lu mientras brinda con él.
—eso fue muy conmovedor amigo. —le dice Julian y choca sus copas. Yo solo me río mientras miro a Enzo y acerco mi copa a él para que la choque, y así lo hace.
Enzo:
¿la salida? Un caos. Gritos por todos lados. No sabíamos que hacer.
Santiago tenía de su hombro a su novia. Yo tenía a Ezequiel y Julian; y Luciana y Ludmila se balanceaban sosteniéndose entre ellas mientras reían de alguna cosa sin sentido, ya que Julia se había ido antes. Esto estaba muy descontrolado. Dejo a los míos allí y voy rápido a Lu, quien se había separado de Ludmila para ir al lado de un auto.— ¡no, no, no, Lu! Ese no es un baño. —la agarro y llevo para que se vaya de vuelta a su lugar. Apoyo las manos en la cadera mientras resoplo pensando qué íbamos a hacer.
Julian quiere abrir su auto pero no puede.
— ¡tu auto esta estacionado allá, ese es mío!
— ¡oh!
—yo te ayudo. —dice Luciana y se va rápido con Julian, soltando a Ludmila y tirándola al suelo. Voy corriendo a ella. Agachandome a verla.
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"2gether" //Enzo Fernández//
FanfictionCuenta la historia de Ludmila, quien está totalmente ajena al mundo del fútbol. O eso se pensaba hasta que conoce a Tomás: un ejecutivo e intenso hombre que pone la atención en ella; quien se niega a abrir las puertas al amor. Allí es donde escucha...