v e i n t i t r é s

1.7K 150 38
                                    

   

    Camino rápido hasta el campo de juego para ver que ya estaban terminando, no lograba ver a Enzo, pero tampoco a sus amigos cerca. Camino un poco más mientras miro al rededor para ver si aparecía, estaba bastante asustada y sin saber nada todo era peor. Me quedo parada en medio de todo un momento.



— ¿me estas buscando? —me doy vuelta rápido para verlo parado frente a mi. Voy corriendo a él y lo abrazo fuerte, rodeándolo bien con mis brazos; queda unos segundos sin hacer nada, pero me devuelve el abrazo apoyando su mentón en mi cabeza. — ¿tanto me extrañaste? —pregunta y me separo de él para verlo.


—perdón, no me fije en tu rodilla; y-yo... ¿por qué estas caminando? ¿No te habías roto la pierna?


—acabo de recibir un pequeño corte, pero no fue nada, ¿cuándo que me rompí la pierna?

—Ezequiel había publicado en Instagram que tu pierna estaba rota. —Niega mientras rueda los ojos.



—Él siempre exagerado mucho todo, ¿le creíste? —camina hasta el banco para agarrar un botiquín y me lo extiende. —Sin embargo, es bueno que estés acá, así no lo hago yo solo.


— ¿por qué habría? Hacelo vos.


—el partido me sacó la energía, curame por favor.—me dice y pone esa cara a la cual, por primera vez, entiendo a Juana de no resistirse. Agarro el botiquin aceptando, y camino junto a él hasta el banco. Agarro el desinfectante y algo de algodón para poder empezar a pasarlo por la herida, la cual era un poco grande, pero nada de qué preocuparse. Siento su mirada, asi que lo veo fugazmente, y todo se trató de eso, darnos miradas fugaces, rápidas. Me concentro en poder limpiar la herida.


— ¿por qué te tiembla la mano?


—uhm, yo... l-le tengo miedo a la sangre. —se me ocurre rápido aquello.


—supongo que yo también. Pero a diferencia de vos... a mi me tiembla el corazón. —suelta de repente y lo único que hago es sonreír tímida por aquello. Él también sonríe y ahí nos encontrábamos. Sonriendo los dos cual tontos cursis. Aquello me gustaba.


《¡¿me gustaba?!》

   Carraspeo volviendo nuevamente a la tierra. Y termino de vendar su rodilla.



—bien, ahora sí. Ya me tengo que ir. —Me levanto pero entonces dos monos me abrazan y me levantan por los aires: Ezequiel y Julian.

— ¡basta tontos, bajenme!


— ¡hay que festejar que ganamos, Lud! —me vuelven al suelo y solo puedo mirar a Enzo reír por aquello.


— ¡festejamos, yo invito! Estas invitada, Lud.


"2gether" //Enzo Fernández//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora