Cuenta la historia de Ludmila, quien está totalmente ajena al mundo del fútbol. O eso se pensaba hasta que conoce a Tomás: un ejecutivo e intenso hombre que pone la atención en ella; quien se niega a abrir las puertas al amor. Allí es donde escucha...
Si, ya sé que había dejado de venir al club porque ya no hablaba con Enzo, pero, había aprovechado que hoy tenía un día libre, y había pasado por acá para entrenar, así que... yo había venido también el día de hoy. Había sido un entrenamiento tranquilo para los demás. Para mí, un infierno. Claro que Juana me había mandado a entrenar diferenciada ya que había faltado jna semana completa. Así que no había visto a Enzo en estas horas, solo en este momento donde el entrenamiento finaliza, así que sonrío al encontrarme con él, y me hace un lugar para que me siente a su lado.
—bien chicos, antes de terminar, necesitamos que respondan una encuesta, solo unas tres preguntas, pero necesitamos que lo hagan de a dos, o sea que todos aquellos que se anotaron como pareja, juntense, mientras florencia va pasando los papeles. Enzo empieza a leer el papely me corre para que me ponga de espaldas. Entiendo que es porque quiere apoyar su hoja en la misma, y escribir allí. Juana sigue hablando mientras comenzamos a escribir rápidamente. Nos siguen informando sobre partidos, entrenamientos, salidas solidarias de clubes de argentinas. Así que unos diez minutos después, termino de escribir.
— ¿qué pusiste en la última, sobre tu compañero de grupo?
—no seas chusma.
—seguro me vas a molestar con algo. —lo miro entrecerrando los ojos y vuelvo mi vista al frente.
—bien, si ya estamos, quiero que empecemos a compartir las respuestas entre todos, ¿algún valiente? O... ¿que tal si empezamos con nuestra estrella? ¿Enzo? —lo llama así que él se para para ponerse frente a todos. —empecemos por la primera, ¿qué pensas sobre la entrenadora del club? Pregunta y se que espera que diga todo lo genial que es.
—la entrenadora me parece una persona buenísima. Aunque a veces me gustaría que las deje salir más temprano, y que les de más descansos. Pero es muy genial.
— ¡ey! No festejen eso, eh. Gracias por tu... honestidad. Ahora, sigamos. ¿cuál es tu forma de entrenamiento favorito?
—haciendo jugadas.
— ¿por qué?
—porque es lo primero que le enseñe a Ludmila. —dice y muerdo mi labio mientras me quiero reír de aquello. Juana se ríe y se une a las demás a molestarnos.
— ¡cuanto cariño! Pero sigamos, ¿qué pensas de tu compañero de video?
—uhm... Ludmila es una persona genial, y es a quien quiero llamar "molestia" por el resto de mi vida.
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