prólogo.

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Grandes gotas caían y chocaban contra el suelo, mojando toda la calle en menos de dos minutos.

"Al parecer hoy tampoco podré caminar a casa hoy".

Danielle Marsh resopló con fastidio, realmente detestaba la lluvia.

Pero el invierno estaba empezando, así que ya debía irse acostumbrando a la idea de que así serían los días por un buen (y lamentablemente largo) tiempo. Frunció el ceño cuando gotas mucho más grandes empezaron a golpear las ventanas de la tienda donde trabajaba, ahora estaba segura de que su día no podría empeorar. Apretó el mango de la escoba y empezó a barrer con más fuerza, al tiempo que un bufido salía de sus labios.

¡Vaya, el clima está furioso hoy! —exclamó Hanni, acercándose hacia el mostrador.

— La lluvia está muy fuerte... pero la de anoche estuvo peor.

— Tienes razón. —contestó sonriente, haciendo que sus ojos se achinaran. — Seguro mi padre pasará por mí, si quieres puedo llevarte a tu casa.

Pham Hanni, era la compañera de trabajo de Danielle en aquella pequeña tienda y también su mejor amiga desde hace casi dos años. Se conocieron en la escuela cuando ambas se quedaron sin compañero para realizar un proyecto de ciencias y no les quedó más opción que unirse para aprobar la materia. Se dieron cuenta que tenían varias cosas en común y congeniaron instantáneamente, desde ese momento se volvieron inseparables. De hecho, ellas solían bromear diciendo que el destino había decidido juntarlas de esa manera tan extraña y cómica.

— Te llevaré a casa, sabes que a mi padre no le molesta.

Danielle negó con la cabeza y Hanni hizo una mueca de confusión ante la respuesta negativa de su amiga.

— No te preocupes, tomaré el autobús. Debo acostumbrarme a usarlo, y si me sigues llevando nunca lo lograré. —respondió amablemente, tratando de sonreír.— Además, tienes que llegar a casa rápido para que hagas la tarea de historia que debemos presentar mañana temprano. Recuerda que el maestro Kim cada vez tiene menos paciencia con sus alumnos y más ganas de renunciar.

La joven con ojos pequeños soltó una carcajada al escuchar la ocurrencia de su amiga.

— De acuerdo, sólo porque tú me pasaste la tarea de álgebra de la semana pasada.

— Tarea que valía el treinta por ciento de la calificación final. —le recordó Danielle en tono jugetón, ganándose un empujón amistoso por parte de la contraria.

Continuaron conversando de las tareas que tenían esa semana, mientras terminaban de limpiar el lugar y esperaban a los chicos del siguiente turno. Una vez que ambos chicos llegaron, ambas amigas guardaron los objetos de limpieza en la bodega y se pusieron los abrigos, luego de haber guardado todas sus cosas. Se despidieron de los chicos y caminaron hacia la puerta.

— Entonces te enviaré la tarea en la noche para que puedas copiarla. —anunció Hanni, tomando su paraguas.

— Está bien, igual te llamaré si necesitas ayuda en algo.

— Seguro que cuando lo hagas, yo ya habré terminado. —se jactó la contraria, al tiempo que abría el paraguas. — Nos vemos mañana, ve con cuidado a casa y trata de no odiar tanto los autobuses.

— No prometo nada, Nini.

Hanni se despidió con un movimiento de mano y salió de la tienda antes que Danielle. Luego de unos pocos segundos, la menor hizo lo mismo.

Apenas salió del lugar, muchas gotas de lluvia chocaron contra su cabeza, logrando que la castaña gruñera de frustración de haber sido tan tonta como para olvidar su paraguas en casa. Se colocó la capucha de su chamarra y metiendo las manos en los bolsillos, se dispuso a caminar hacia la estación de autobuses. Su vista estaba clavada en el pavimento, que se encontraba demasiado resbaladizo. Lo hacía porque no quería tropezar con algo y terminar cayendo en el mojado piso.

— ¡Dani, espera! —escuchó la voz de Hanni provenir detrás de ella, por lo que se giró rápidamente. Tenía algo en la mano izquierda y la movía rápidamente de un lado a otro, con una sonrisa. Danielle arqueó una ceja y miró a su amiga como si estuviera loca.

— ¡Casi me llevo tu teléfono!

Abrió los ojos debido a la sorpresa, había olvidado por completo que había dejado su teléfono en la mochila de Hanni durante el almuerzo.

"¿Dónde tienes la cabeza hoy, Danielle Marsh?"

Se regañaba a sí misma, mientras regresaba todo lo que había avanzado hace pocos segundos. Escuchó el fuerte sonido de un claxon a lo lejos. Vio a Hanni girar su cabeza hacia donde supuso venía el sonido, también observó el miedo apoderarse de su rostro en menos de un segundo. Danielle detuvo sus pasos al darse cuenta de esa reacción, con miles de pensamientos llegando a su cabeza en poco tiempo, suponiendo lo que estaba apunto de pasar... o pasarle... mejor dicho.

Hanni tenía miedo y Danielle comprendió la razón sin necesidad de girar su cabeza.

"El sonido se hace cada vez más fuerte. Oh no."

Escuchar a su mejor amiga gritar desesperada su nombre la asustó. Sintió el aire escaparse de sus pulmones y empezó a temblar. Quería ir a abrazar a Hanni para sentir que todo estaba bien, quería a casa y beber chocolate mientras esperaba la tarea de historia, quería que su madre la regañara por no haber llevado su paraguas ese día y que su padre le pregunte cómo le fue en la escuela... quería muchas cosas y la sola idea de no volver a tener ninguna de ellas le aterraba.

Intentó correr, pero su cuerpo parecía no responder, era como si sus pies estuvieran pegados al pavimento... estaba paralizada en el mismo lugar.

"No quiero morir así..."

Tomó el poco valor que le quedaba y volteó hacia donde provenía el sonido. Una camioneta se dirigía hacia ella a toda velocidad. Jadeó de horror al notar que el auto se encontraba a menos de dos metros de ella.

Cerró lo ojos, esperando lo peor.

Al contrario de lo que se cuenta, no vio su vida pasar frente a sus ojos como si fuera una película. Sólo pensó en sus padres, que seguro estarían esperándola para cenar y conversar sobre su día... y en Hanni, que estaba al otro lado de la calle, observando todo sin poder hacer nada porque todo estaba pasando en menos de cuarenta segundos.

Se sentía culpable, realmente culpable e impotente porque le causaría dolor a las personas que más amaba.

"Esto es mi culpa, y esta es la forma más idiota de morir." pensó.

Una lágrima cayó de sus ojos. El sonido del freno se escuchó, para luego ser remplazado por la de un fuerte golpe.

Lo último que se escuchó en esa calle fue el grito horrorizado de Hanni.

Y luego todo quedó en silencio...













He vueltooo!! Esta vez haré del daerin, espero les guste. Esta historia le pertenece a IlandLoves, "Time" es una de mis historias favoritas aquí en Wattpad, la leo una y otra vez de lo hermosa que está JAKDJA. Si la autora original no me da permiso de adaptar su historia, la borraré inmediatamente. Gracias por su atención y disfruten!!

time.   [daerin] auWhere stories live. Discover now