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Esa misma noche, dentro de una escuela secundaria donde se llevaba un cabo un acontecimiento importante...

— El mundo es más pequeño de lo que creí. — pronunció Kyujin cuando vio a Hanni sentada en las gradas, justo al lado de una pelinegra bastante familiar.

La de anteojos se acercó hacia ellas con un poco de nerviosismo.

Kyujin nunca antes había interactuado con Minji apropiadamente, pero sí había visto fotos de ella en redes sociales, incluso se seguían mutuamente en algunas. Cuando Hyein hablaba sobre ella siempre decía cosas buenas e interesantes, era notorio que le tenía un gran cariño y aprecio a su amiga de la infancia; por lo que la coreana estaba convencida de que Kim Minji era una buena persona.

La pelinegra sonrió cuando la vio, Kyujin supuso que ella también la había reconocido.

— Hola, ¿tú eres Kyujin, no es así? —saludó con cortesía la más alta, extendiendo la mano.

— Sí, sí lo soy. —expresó igual de sonriente, correspondiendo el saludo de mano de la contraria— Es genial conocerte finalmente.

— El gusto es mío, por cierto, ella es Hanni pero creo que ya se conocen.

— Buenas noches. —saludó con timidez, intentando parecer relajada pero fracasando notoriamente— No sabía que estarían aquí, es bueno verlas otra vez.

— Pienso lo mismo, no pudimos hablar mucho el otro día pero esta noche nos conoceremos mejor entre todas. —comentó Kyujin, tomando asiento al lado de la más alta.

Era la primera vez que Hanni iba a un partido de volleyball. Hanni se sintió más cómoda de lo que había pensado, era un ambiente diferente pero en el buen sentido.

Faltaban pocos minutos para que el partido iniciara. El equipo de Hyein salió a la cancha para calentar al igual que el equipo rival.

Hyein sonrió, feliz de ver a sus amigas en la grada. Era un partido muy importante. El más importante de la temporada porque se trataba de la mismísima final. El ganador se llevaría el trofeo y su equipo había entrenado muy duro para este momento, no podía fallar. Además, estaba contenta, y al mismo tiempo ansiosa, porque Hanni se encontraba observándola y eso era algo que no esperaba que pasara esa noche.

Después del partido intentaría hablar con ella.

— Espero que ganen, las chicas están muy ilusionadas con esta victoria, en especial Hyein.— expresó la coreana con emoción.

Hanni sonrió al ver a la de labios lindos conversando con su equipo antes de comenzar a calentar, parecía estar decidida a dejar todo en la cancha y robarse la victoria.

— Esperemos que sí. —respondió Minji, que parecía estar concentrada en el entrenamiento del equipo rival. —El equipo de Yuna también es muy bueno, pero si se concentran lo suficiente y se aferran a la estrategia que pueden ganar.

Por algunos minutos Minji y Kyujin se sumaron en una conversación sobre volleyball y técnica mientras que, por otro lado, Hanni estaba concentrada, observando con atención a la alta. Anhelando desde lo más profundo de su corazón que ella ganara.

La había conocido hace poco, pero no podía negar que ambas habían sentido una especie de conexión desde su primer encuentro, de hecho, fue por eso mismo que no había respondido el mensaje de Hyein aunque quisiera.

Porque temía que se enterara de que en realidad era un desastre.

Un hombre tocó un silbato con fuerza. Ambos equipos se colocaron en posición.