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La luz de la mañana entró por la ventana del dormitorio, rayos de luz acariciaron su piel como si de ligeros besos se trataran. Entrecerró los ojos ante el cambio de brillo mientras se removía entre las sábanas sin intención de levantarse. Sin embargo, los recuerdos de la noche anterior llegaron como su primer pensamiento del día, sacándole a Haerin una pequeña sonrisa.

-Flashback-

Danielle caminaba a su lado e iban tomadas de la mano, recorriendo las iluminadas calles de la ciudad para ir a casa. Haerin le contaba sobre el grupo de apoyo, sus pensamientos, el siguiente paso que debía dar y la castaña escuchaba con atención, respondiendo solo cuando la pelicafé le pedía una opinión. Danielle a veces miraba a Haerin de reojo, sin poder creer lo que estaba pasando entre ellas y temiendo que aquel momento tan bonito fuera solo producto de su imaginación.

— Danielle... ¿te encuentras bien? —cuestionó la de ojos afilados con preocupación.

La castaña asintió y apretó la mano de Haerin sólo para asegurarse de que lo que estaba pasando era real. Que la chica a la que salvó hace algunas semanas era la misma que ahora estaba a su lado, cada vez más viva.

— Haerin, quiero hacerte una pregunta. —expresó de pronto, con voz temerosa.

— ¿De qué se trata?

— Sabes que si tú me necesitas, correré hacia ti, pero... si yo te necesito, ¿vendrías por mí?

Fue una pregunta simple, pero la cabeza de la pelicafé se llenó de pensamientos, desparramados como las estrellas en el oscuro manto de la noche. Sabía la respuesta, pero por alguna razón temía decirla en voz alta, quizás por miedo a confesarle a la castaña que le importaba o en el peor de los casos, porque no estaba seguro de su propia respuesta. No obstante, al levantar la mirada y encontrarse con el angustiado rostro de la castaña, el temor despareció y fue reemplazado por valentía.

— Iría a cualquier lugar por ti, Danielle. — confesó sin ningún rastro de duda en su voz.

"Aunque tenga miedo de que mis pedazos rotos vayan a romper tu hermoso corazón." No obstante, aquellas palabras no pudo decirlas en voz alta. Por más culpable que se sintiera en ese momento al ver el rostro de la castaña lleno de alegría.

-Fin del Flashback-

La alarma sonó con fuerza, resonando en toda la habitación.

Haerin soltó un bufido, todavía no quería alistarse para ir a la escuela pero tampoco quería arriesgarse a reprobar alguna materia por inasistencias, así que no le quedó de otra mas que usar toda su fuerza de voluntad para levantarse.

Sabía que ese día tendría que dar el paso más importante y difícil en su proceso de "recuperación": Hablar con su padre y sus amigas sobre lo que le estaba pasando.

Suspiró con pesadez de tan solo imaginar las reacciones o palabras que le dirían, mas no podía dar marcha atrás porque quizás si esperaba más tiempo se arrepentiría y nunca se atrevería a dar ese paso. Aunque Danielle le había dicho que se tomara las cosas con calma, Haerin prefería hacer las cosas rápido.

"Sólo espero que todo salga bien." susurró.

Caminó hacia el baño para ducharse, al ver su reflejo en el espejo del baño se dio cuenta de que su cabello estaba muy maltratado, cosa que por primera vez en mucho tiempo le causó incomodidad.

"Tengo que hacer algo para arreglarlo." pensó, al tiempo que cerraba la puerta para darse una ducha.

Haerin sentía que no se conocía a sí misma lo suficiente como para saber qué era lo que realmente quería. Tal vez un cambio de look podría ayudarla... o al menos podría divertirla un poco.


time.   [daerin] auWhere stories live. Discover now