time. [daerin] au

epilogo.

— ¿Estás bien?

— Sí, lo estoy.

Las dos amigas se encontraban en el jardín trasero de la casa de Minji, alejándose momentáneamente de la fiesta que se llevaba a cabo adentro.

Hyein colocó una mano sobre el hombro de Haerin, quien ahora lucía un brillante cabello naranja. Y no era para menos, la coreana había cambiado mucho en poco más de un año y no sólo en apariencia física sino también en varios aspectos de su vida.

— ¿Por qué estás aquí sola? —cuestionó Hyein, levantando la mirada hacia el cielo— Kyujin está preguntando por ti, ya casi es hora de cantar el famoso "feliz cumpleaños".

— Quería salir un momento a tomar aire fresco.—respondió la coreana, encogiéndose de hombros— Hay muchas personas dentro y me sentía sofocada, sabes que lo mío nunca fue ir a fiestas.

— Lo sé, pero Minji era popular en su escuela, por eso vinieron muchas personas.

— Hanni de verdad se esforzó para que todo quedara perfecto esta noche, estoy impresionada.

— Es la fiesta de cumpleaños de su novia, por supuesto que se esforzó. —respondió Hyein con sarcasmo, ganándose un golpecito amistoso por parte de Haerin.

La menor aún se sentía un poco dolida de que su mejor amiga de la infancia empezara una relación con la persona que le gustaba; sin embargo, podía comprender las razones para que eso ocurriera. 

Hyein y Hanni se volvieron cercanas gracias a las visitas al hospital que solían hacer juntos cuando Danielle aún estaba en coma. Era cierto que entre ellas había bastante química, incluso llegaron a salir a solas un par de veces. Pero a pesar de eso, nunca sintieron la suficiente confianza como para expresar sus sentimientos la una por la otra; además, en aquellos días la preocupación principal del grupo era que Danielle despertara. Comenzar una relación en aquel delicado contexto no era prudente.

Luego Danielle despertó y todo cambió...

Hanni y Minji se volvieron más cercanas que antes, lo que conllevó a que iniciaran una relación desde hace cuatro meses, dejando sorprendidas a todo el grupo, especialmente a Hyein que no esperaba una noticia así. Pero no se equivoquen, su amistad con Minji seguía intacta y nunca hubo algún enfrentamiento o molestia por esta situación. De hecho, Lee se alegraba de verlas a ambas tan felices y enamoradas luego de los duros momentos que habían enfrentado en el pasado.

La alta sólo esperaba que el ligero dolor que sentía en el pecho cuando veía a Hanni y pensaba en lo que pudo ser (si tan solo las circunstancias hubieran sido diferentes), desapareciera con el tiempo. Después de todo, aún eran amigas y se guardaban bastante cariño, sólo que ya no había posibilidad de llegar a algo más que eso: amigas.

Hay historias que terminan incluso antes de empezar.

Ese fue el caso de Lee Hyein y Pham Hanni.

— Chicas, lamento interrumpirlas, Kyujin las está buscando. —habló una chica linda desde la entrada— Ya saben cómo se pone cuando está impaciente, así que por favor entren antes de que yo termine pagando toda su furia.

Ambas sonrieron cuando escucharon a Nakamura Kazuha pronunciar aquellas palabras. Sabían que no lo decía porque Kyujin terminaría desquitándose con ella, sino que lo hacía porque no le gustaba ver a la de anteojos triste o enojada.

— Supongo que debemos volver. —dijo Hyein, girándose hacia Kazuha para regresar a la fiesta.

— Creo que ya me iré a casa. —repuso Haerin, mirando hacia la puerta trasera— Olvidé darle de comer a mi gato y papá se enojará conmigo cuando llegue de trabajar y se dé cuenta.