Cosas del Destino ✨

Vamos a conocernos

Luka: Papá... Ya llegamos?

El pequeño dormitaba entre los brazos del castaño estando aún en el automóvil; las luces de la ciudad hacían un destello reflejado en el vidrio de la puerta, la misma que mantenía atrapada la mirada de L mezclando sus pensamientos de tal modo que no escuchó la voz de su hijo.

Luka: Papá? Estás bien?

L: Hmm? Ah, si. Por qué preguntas?

Luka: Es que has estado callado. Estás molesto?

L: Jum.. no lo estoy. Solo no quería despertarte

Acarició la cabellera de su retoño para hacerle sentir seguro y no se preocupara más por el asunto, al llegar a la parte donde los colores de su cabello cambiaban de tonalidad se detuvo para tomar de él y sentirlo entre sus dedos con un sentimiento de nostalgia.

L: "Solo por unas horas olvidé por completo ese vacío que me dejaste... Auron"

Aunque no quería recaer en el mismo Vaivén de emociones cruzadas, debía admitir que en aquellas horas solo existía él, su hijo y... Quackity. De solo pensar en ese apodo se dibujó una sonrisa entre sus labios. Se había vuelto débil luego de tanto tiempo sin encontrar con quién distraer su mente? O realmente aquel joven estaba cruzando las barreras que le costó tanto poner luego de su luto? No lo sabía con certeza.

Al detenerse el automóvil, pagó al conductor y bajó con el pequeño aún entre sus brazos. Había sido una tarde muy entretenida para ambos tanto para el hijo como para el padre, por lo que debían descansar, además de ello L debía ver a Q al día siguiente para llevarle al bufete de un viejo amigo, más razones para llevar a su hijo a su habitación y regresar a la suya.

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A: Nos vas a contar en que te andas liando!?

Q: Ah cabron! Ya déjenme tranquilo!

R: Como vamos a hacer eso si ayer casi te da un infarto por saber la hora!

Q: Tenía un asunto importante es todo.

A: Y ese asunto importante implicaba a alguna persona?

Q: Oigan, están muy de chismosos no? Por qué en vez de estar preguntando idioteces no hacen sus tareas.

R: En efecto, se trata de una cita que tenías ayer.

Q: Tsk, que clase tenemos ahora?

Quería evitar al máximo la conversación con esos dos, no solo por el hecho de que lo tomarían a burla sino que podrían esparcirse rumores indebidos que podrían perjudicarle al igual que a su profesor. Y pues, el que come callado come varias veces, aunque a decir verdad nisiquiera puede considerarse que comió algo.

Comenzaba a pensar en aumentar un poco el coqueteo pero si sus palabras se sincronizaran con sus pensamientos fuera perfecto, lo cual no ocurría y terminaba pareciendo todo un inadaptado social. Otra cosa que no tomó en cuenta es que olvidó preguntar o hacer pequeñas indirectas sobre la madre de Luka. Lo cual podría significar también un problema de seguro.

Q: "Si tuviera una señal siquiera. Diosito, acaso me la estás dando y no me doy cuenta aún?"

Lo que no tomaba en cuenta era aquella mirada acompañada con el silencio mutuo y las sonrisas en ambos que se dieron antes de despedirse la noche anterior. Quedó embobado por aquellos segundos que ese día en la sala de clases no lo tomó como una señal, sino más bien como un recuerdo borroso que quedó en su mente.