Roommates | Jake Sim

capítulo 1

Hay veces en las que tomamos malas decisiones en la vida, y estoy comenzando a creer que aceptar a Jake Sim como rommie era una de esas.

Dos semanas pasaron desde que se mudó aquí y esperaba que se comportara como lo hizo en el pasado, como un completo idiota. Pero no, en vez de eso fue muy lindo conmigo, me ayudaba con la limpieza, preparaba comida para mí y cuando llegaba del trabajo muy cansada me preparaba un té para poder relajarme.

— A veces parecen tanto una pareja feliz que me da asco.—Sylvie habló entrando a la cocina mientras me encontraba mirando el plato con el desayuno que Jake dejó para mí junto a una nota:

"Buenos días, Hera, hice desayuno de más así que te lo dejo a ti, espero que lo disfrutes. Ten un buen día :)"

— Hizo de más, ajá, ocho malditos pancakes de más.—miré a mi amiga prepararse su café en su taza de Ladybug, parecía algo molesta.— ¿Qué le costaba dejar aunque sea dos para mí? Nada, pero parece que solo piensa en ti.

— ¿Te molesta que piense en mí en vez de en ti?—la pregunta salió tan naturalmente de mis labios que me sorprendí, volteó a verme con una mirada llena de enojo y el ceño fruncido.

— ¿Qué insinúas, Kim Haneul?—se cruzó de brazos sin quitar su mirada de mí.

— Nada, no insinúo nada. Sólo me pregunto por qué te molesta tanto que Jake tenga detalles conmigo.

— ¿Quieres saber por qué? Porque te conozco, te ilusionas con cualquier gesto lindo que hace por ti y no quiero verte con el corazón roto otra vez.—su tono de voz y expresión cambió por completo, volvía a verse como la Sylvie que conocía. Bajé la mirada porque tenía razón.— Además, también soy su roommate, ¿por qué nunca hace cosas por mí? Rara vez me saluda.

— ¿No será porque la última vez que lo viste le dijiste que era una bolsa de estiércol apestosa?—dije divertida recordando ese momento, Sylvie nunca había sido buena con los insultos.

— ¿Yo le dije así? No lo recuerdo y si no lo recuerdo no pasó.—ambas comenzamos a reír, al final terminamos compartiendo los pancakes mientras platicábamos de cosas del pasado.

(...)

— ¡Llegué!—eran las nueve de la noche cuando Jake volvió al departamento, Sylvie se había dormido un par de horas antes así que el departamento estaba silencioso hasta que él llegó. Me levanté de la cama para ir a recibirlo.

— Hola, ¿tuviste un buen día?—cuando me vio salir de la habitación me dió una gran sonrisa, algo raro en él pero no le di importancia.

— Sí, aunque fue un día pesado, estoy cansado. — dejó su chaqueta en el sillón y fui a la cocina para servirme un poco de agua.

— Quedó de lo que cenamos, ¿quieres que te lo caliente?—volteé a verlo mientras tomaba del vaso cuando soltó una risa.

— ¿Hablas de la cena o de otra cosa?—abrí los ojos en grande cuando dijo eso, comencé a ahogarme mientras lo escuchaba reírse a carcajadas.— Es broma, es broma, no te vayas a enojar... Pero si quieres no es broma.—siguió hablando mientras movía las cejas, tosí un poco y lo miré fijamente.

— ¿Estás borracho, Jake?—me acerqué a olerlo y arrugué la nariz cuando sentí el olor a alcohol.

— No estoy borracho.—negó varias veces con la cabeza.—Sólo tomé un poquito pero no estoy borracho, mira, mira.—comenzó a brincar como loco y a subirse a los sillones.

— Ten cuidado, te vas a caer...—intenté detenerlo pero tenía demasiada energía.

— ¿Alguien borracho puede hacer esto?—puso las manos en el piso intentando pararse de manos pero su muñeca se torció, terminó cayéndose y golpeándose contra la mesita de centro.— ¡Auch!

— Te dije que te ibas a caer...—me apresuré a ver si estaba bien. Me asusté cuando se quedó recostado con los ojos cerrados.— ¿Jake?—acerqué mi rostro al suyo para ver si estaba respirando, justo en ese momento sus ojos se abrieron de golpe y me tomó de la cintura para que no me pudiera alejar, aunque la verdad no intenté alejarme. Se me quedó viendo por unos segundos y no pude evitar sonrojarme.

— ¿Sabes?—murmuró suavemente y acarició mi mejilla.— Siempre me gustaron tus ojos pero verlos así de cerca hace que me gusten aún más, el brillo en ellos, tus pestañas... Me gustas tanto...-—habló en volumen bajo quedándose dormido.

— ¡Hey! No te duermas, ¿qué dijiste?—lo tomé de los hombros sacudiéndolo ligeramente. ¿Dijo que gustaba de mí? ¿No había escuchado mal?— ¡Despierta, Jake!

Me di por vencida cuando comenzó a roncar, suspiré poniéndome de pie y como pude lo llevé a su habitación. Lo dejé acostado en la cama, le quité los zapatos y lo acobijé hasta la barbilla.

Fui a mi habitación y me senté en la cama sin dejar de pensar en lo que había dicho Jake, ¿dijo eso solo porque estaba borracho o porque de verdad lo sentía?

— ¿Qué tanto hacían? No dejan dormir en paz.—Sylvie habló medio dormida y se dió la vuelta para seguir durmiendo.

Me recosté a su lado y miré el techo, dudaba mucho pudiera dormir esa noche con los recuerdos del pasado cruzando por mi mente.