capítulo 36

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Como habíamos acordado el día anterior, fuimos al centro médico de la universidad para revisarme. Para estar más seguros, me realizaron la prueba de sangre, la cual también salió negativa.

Al final resultó que simplemente estaba estresada, obviamente, tenía que presentar una escultura en mi clase de cerámica, y ese tipo de arte no era precisamente mi especialidad.

— Te dije que no te estresaras tanto, amor, al final te van a calificar según la preferencia de tu maestro.—Jake dijo pasando su brazo por mi hombro mientras salíamos de la clínica.

— Eso es lo de menos porque también califican la técnica y soy buena en eso, lo que me estresa es que yo no estoy agusto con lo que estoy haciendo.—dije suspirando.

Afuera se encontraba Sylvie hablando con un chico alto, bueno, hablando no, peleando a gritos. Al darse cuenta de nuestra presencia se limpió rápidamente las lágrimas y se alejó de él, yéndose del lugar.

— ¡Espera, Sylvie!—corrí detrás de ella, no era del tipo de persona que llorara fácilmente. Al acercarme la tomé del brazo y ella se volteó abrazándome con fuerza, llorando desconsoladamente.— ¿Qué pasa, Sylvie? ¿Por qué ya no me cuentas nada?

— Soy un asco de persona...

— No, no digas esas cosas.—me separé un poco para tomar su rostro entre mis manos y le limpié las lágrimas.

— Le rompí el corazón a Sunghoon, el único hombre que me ha amado de verdad.—murmuró entre llantos y se jaló el cabello.— Lo dejé por un imbécil que simplemente me usó, que me mintió para que me acostara con él...—la abracé escondiendo su rostro entre mis brazos, la gente se estaba acercando a ver lo qué estaba sucediendo.

— Vayamos a otro lado, hay mucha gente chismosa aquí.—dije lo suficientemente alto para que esas personas me escucharan y me llevé a Sylvie de ahí.

Nos sentamos detrás de un edificio donde habían muchas plantas y árboles. Nos quedamos en silencio y dejé que Sylvie llorara todo lo que ella quisiera mientras le daba suaves caricias en la espalda.

— Mis padres se van a divorciar...—fue lo primero que dijo después de un rato. Abrí los ojos en grande, incrédula a sus palabras.

— ¿Qué?

— Resulta que su amor verdadero era simplemente una fachada... Desde hace años mi padre tiene a otra mujer, por eso nos mudamos a aquí, para que pudiera verse más seguido con ella.—sus palabras estaban llenas de rabia y con justa razón.— Sabes muy bien que él era mi héroe, mi ejemplo a seguir, la persona que más quería en el mundo... Ahora sólo puedo sentir odio hacia él...

— No sé qué decirte, ellos...

— Sé que tenías idealizada su relación, supongo que para ti también debe ser duro saber que no todo es color de rosa.—se separó limpiando sus lágrimas con agresividad y sujetó mi man mientras hablaba.— Cuando me enteré, mi mundo se vino para abajo, me alejé de Sunghoon, de mis hermanas, de ti... De todo, sólo quería morir. Me saltaba las clases y comencé a ir a bares a emborracharme, fue ahí donde conocí al imbécil de Kang Taehyun... Se aprovechó de que me encontraba en un momento vulnerable y comenzó a endulzarme el oído. Yo no quería engañar a Sunghoon pero algo en Taehyun, se sentía... Diferente, nuevo, por lo que terminé cediendo y decidí terminar con Sunghoon, parecía el destino cuando se acercó preguntándome si tenía un amante, le dije la verdad y terminó conmigo. Se lo comenté a Taehyun, diciéndole que ya podíamos estar juntos, según yo se veía feliz, luego su actitud cambió, sólo me llamaba para tener sexo... Volví a sentirme como basura...

Se quedó en silencio bajando la mirada y soltó un suspiro jugando con sus manos, para luego levantar la mirada hacia mí con los ojos llenos de lágrimas.

— La última vez que fui al departamento, antes de ayer, Jake y tú estaban muy cariñosos en la sala...—murmuró apartando la mirada de nuevo. — Me enojó tanto... Sentí la rabia subir por mi cuerpo, me dieron ganas de tomar un tazón de agua fría y echárselos encima. Estaba tan enojada con la vida que... Comencé a verte como si fueras la culpable de todas mis desgracias.—me quedé sin palabras ante sus declaraciones.— Me preguntaba, "¿por qué ella está siendo feliz cuando siempre es la desdichada? Esa felicidad debería ser mía".—sentí que se me nublaba la vista, jamás creí escuchar a mi mejor amiga hablar así de mí.— Cuando Sunghoon terminó conmigo, me dijo en la cara que habría deseado enamorarse de ti, que se notaba que tú sí eras capaz de amar sinceramente... Incluso se me pasó por la mente seducir a Jake y que sintieras lo que yo estaba sintiendo, porque en mi cabeza retorcida creí que me habías quitado a Sunghoon... Como me habías quitado a James.—para ese instante las lágrimas ya estaban corriendo por mis mejillas.

— ¿De qué hablas? Yo no te quité a nadie...—dije soltando su mano, no entendía de lo que estaba hablando.

— No sé si recuerdes, cuando teníamos como catorce, que me alejé de ti.—lo recordaba muy bien, fueron dos semanas horribles para mí, su indiferencia, su desprecio jamás se me olvidó.— Fue porque James me dijo que le gustabas... Él fue mi primer amor, lo amé todos los años que estuvimos en esa escuela, así que sentí que me habías traicionado.

— Pero yo nunca lo vi de esa manera, nunca te traicioné...

— Lo sé, no sé porqué lo sentí de esa manera... Y no sé porqué lo volví a sentir.—se pasó las manos por el rostro y soltó una risa sarcástica.— Bueno, creo que sí lo sé... Si no hubieras sido tan tímida, en vez de ser mi sombra, yo hubiera sido la tuya, las personas que llegaban a conocerte quedaban encantados contigo, porque eres una persona increíble. Comparada contigo, no tengo nada. Incluso en el ballet, eras mil veces mejor que yo.—me levanté de golpe frunciendo el ceño.

— ¿Por qué me estás diciendo todo esto?

— Porque un día, estando borracha, viniste a mi mente. Sé muy bien la manera en la que me ves, como si fuera el tesoro más grande que hayas encontrado, y siendo sincera, me gustaba que me miraras de esa manera, como si fuera superior... Pero ese día me entró el remordimiento, recordé ese día que fuiste a verme con lágrimas en los ojos, triste porque no sabías que me había gustado Jake en algún momento...—me miró poniéndose de pie también.— Estoy siendo sincera contigo porque... Ya no quiero ser tu amiga.

Roommates | Jake SimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora