capítulo 30

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— Nos vemos mañana, Haneul.—dijo Jungwon mientras salíamos de la cafetería.

— Adiós, noona, descansa.—esta vez fue Sunoo el que habló.

— Hasta mañana, cuídense.—les sonreí, mirándolos irse por la calle y me giré para cerrar la cafetería.

Habían pasado nueve meses, nos encontrábamos a mediados de marzo. Muchas cosas pasaron en ese tiempo; Sylvie, Jungwon y Sullyoon aprobaron con éxito el examen para la universidad, lo cual nos alegró a todos. Y a pedido de mi padre, yo también terminé presentando el examen en la facultad de bellas artes a último momento y sorpresivamente, lo pasé al primer intento.

Para ese momento llevaba dos semanas asistiendo a la universidad, lo cual me hacía demasiado feliz, después de cuatro años por fin podía estudiar lo que tanto había anhelado. Era toda una experiencia ya que habían compañeros de diferentes edades, algunos mayores, de mi edad y por supuesto menores que yo, y todos eran bastante agradables y relajados, supuse que era por la carrera en la que estábamos.

El primer día de clases, a mi lado se sentó un niño proveniente de Japón, llamado Nishimura Riki, era tres años menor que yo y eso hizo que la parte mía que siempre quiso un hermano menor se activara, además se veía algo perdido por lo que me acerqué a él. El problema era que no le entendía al profesor debido a que este tenía un ligero dialecto de Busan. Siendo sincera, a mí también me costaba entenderle un poco pero aún así lo ayudé como pude.

Teníamos varias clases juntos por lo que nos hicimos amigos rápidamente, yo estaba encantada, sí, iba a estudiar y aprender pero tener a alguien con quien hablar de vez en cuando hacía las cosas más amenas.

Llegué al departamento y suspiré quitándome los zapatos, dejándolos junto a la entrada. Cuando le dije a mi jefa que entraría a estudiar y que tenía que renunciar, me rogó que no me fuera, que me necesitaba ya que mi toque especial, como ella lo había llamado, fue lo que hizo que la cafetería fuera más relevante. Al escuchar eso, inevitablemente me sentí halagada y se me subió el ego, por lo que terminé aceptando quedarme, aunque cambiando de turno. Por esta razón pasaba todo el día ocupada y terminaba muy cansada al final del día.

Por fin entendía a Sunoo, me arrepentía por haberlo regañado en el pasado. 

— Hola, ¿cómo te fue?—Sunghoon me saludó desde la cocina. Oh, esa era otra cosa que había cambiado en esos meses.

— Bien pero me están matando los pies. ¿Cómo estuvo tu día?—fui al refrigerador para sacar un botella de agua mineralizada.

— Aburrido como siempre.—se estiró en la silla y apoyó las manos detrás de su cabeza.

— ¿Por qué no cambias de carrera?—me senté a su lado y abrí mi botella, dándole un trago.

— Tal vez después... Extraño trabajar en la tienda de conveniencia, al menos ahí podía ver a Sylvie. Ahora que vivimos juntos sólo la veo a la hora de dormir, y a veces ni eso, sólo llega y se va a dormir sin siquiera mirarme.—hizo un puchero.

— Yo tampoco la he visto mucho... La universidad consume mucho de nuestro tiempo.—solté un suspiro.— ¿Jake ya llegó?

— Hace rato, se fue directo a la habitación, ya debe estar dormido.—bajé la mirada, estaba en la misma situación que Sunghoon. Cuando llegaba a casa después del trabajo, Jake ya se encontraba completamente dormido y ni siquiera lo veía al despertar ya que se iba temprano a la universidad.

Entendía que su carrera era muy demandante y difícil pero no podía evitar sentir que me dejaba de lado. Ese día habíamos quedado de vernos para comer, estaba emocionada porque desde que habían comenzado las clases no nos habíamos visto casi nada. Aunque me llevé una decepción cuando me avisó que al final no podríamos vernos ya que tenía que hacer un proyecto con unos compañeros.

— ¿Te gustaría ver una película? Todavía no quiero irme a dormir.—miré a Sunghoon y asentí. Fuimos a la sala para estar más cómodos y Sunghoon puso una película en su celular, compartimos los auriculares para no molestar a nuestras parejas que ya estaban durmiendo.


(...)


— ¿Te acompaño?—Sunghoon me alcanzó mientras caminaba por el pasillo del edificio.

— No es necesario... ¿Y Sylvie?

— Cuando desperté ya no estaba.—respondió caminando a mi lado.— Oye, ¿te gustaría ir a comer hamburguesas mañana? Planeaba ir con Sylvie pero...

— Tiene que hacer un proyecto.—completé su frase.

— Sí...—ambos suspiramos.

— ¿Mañana a qué hora?—me sonrió.

— Podemos ir después de tu cita con la terapeuta.—asentí, terminando de ponernos de acuerdo

Al llegar al campus cada quien se fue por su lado, diciéndonos que nos veríamos en la noche. Llegué a la facultad de bellas artes, encontrándome con Lily ya que su facultad estaba literal junto a la mía, platicamos un rato aprovechando que teníamos tiempo antes de que nuestras clases comenzaran.

— A ver cuándo salimos, tengo chismecito que contarte.—me dio una sonrisa pícara.

— ¿Sobre qué?—pregunté curiosa.

— Es sobre Heeseung...

— Por fin te atreviste a hablarle.—sus mejillas se ruborizaron y asintió, haciéndome soltar una risa.

— Pasaron muchas cosas que no te puedo contar aquí... ¿Estás libre mañana?

— No, voy a salir con un amigo.—dije sintiendo una extraña sensación en el estómago y por primera vez me pregunté si llevarme tan bien con Sunghoon, el novio de mi mejor amiga, estaba realmente bien.

Habíamos convivido más en esas semanas que en el año y medio que llevábamos conociéndonos, y la verdad me agradaba su forma de ser y también me gustaba pasar el tiempo con él. Podíamos estar sin decir ni una sola palabra sin hartarnos, cosa que no me pasaba con Sylvie ni con Jake, además de que nos hacíamos compañía cuando nos sentíamos solos.

Pero... ¿En verdad era correcto que nos lleváramos así de bien? ¿Y si Jake y Sylvie se creaban otras ideas?

Roommates | Jake SimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora