Enzo lo odiaba, odiaba esos labios tersos, su cabello siempre bien arreglado, su piel sin un solo poro, sus ojos de cachorro muerto de hambre, odiaba sus buenas calificaciones y le parecía sumamente pretencioso como al entrar en cualquier espacio to...
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Llegamos a la puerta de casa y la tuve que abrir como pude porque nadie me contestaba adentro cuando golpeé.
Entramos ambos, la música estaba a full en la tele del living, ni siquiera escucharon cuando entré con Enzo, quien se sostenía de mis hombros y miraba los alrededores de mi casa.
-Lindo rancho -
Sonreí y lo llevé hasta mi pieza, cuidadosamente se sentó en mi cama.
-Esperame un rato, voy a buscar algunas cosas -Aviso.
Voy a buscar un botiquín con lo necesario al baño, alcanzandolo arriba en un estante viendo mi reflejo en el proseso.
Suspiré.
No podía asimilar aún todo lo que sucedió en un día, habíamos tenido una pequeña discordancia hoy a la mañana y ahora lo tengo en mi casa, en mi pieza.
¿Por qué te apareces siempre que intento olvidarte?
Salí del baño no sin antes lavarme las manos.
-¡Julianchooo! -Escuché detrás mío, una voz desgraciadamente conocida.
-Kun...-
-¿Cómo estás, todo bien? -Saludó, yo lo miré serio sin querer disimular mi molestia -Ya veo, 'cuchame -Comenzó -Me disculpo por comerme tus papas, me responsabilizo, no sabía que eran tuyas -Yo levanto una ceja.
¿Cuántas disculpas iba a recibir hoy? Mucho "discúlpame" "Perdóname" pero nadie deja que le desfigure la cara a piñas, pésimo servicio.
-A demás, Rodri tuvo la idea -
-¡MENTIRA!! -Grita una voz irritante de fondo.
Ya está, lo voy a reventar.
Me dirigí al living otra vez, olvidandome de quién probablemente se estaba muriendo en mi pieza. Caminé dando pisotones y con los puños apretados.
Pero mi semblante se calmó en reacción.
-Hola, Juu -Dice sonriendo esa persona.
-¡Leo! -En cuanto lo ví corrí a abrazarlo, es amigo de mi hermano, pero podría decirse que es mejor hermano que él -¿Cuando viniste?? -Le pregunto, el vivía bastante lejos así que solo lo podía ver pocas veces al año, pero esas veces que venía me traía chocolates y varios snaks, era como ese tío fachero y buena onda que solo venía de visita para navidad y año nuevo.
-Ayer- -Fué interrumpido.
-Aaah ¿A él si lo abrazas?? -Se queja Rodri ofendido.
-A vos te tengo que ver la cara desde que nací, a esta altura de mi vida ya me tenés bastante podrido la verdad -Le respondo sin filtros.
-No seas así Juu, en la heladera te dejé algo, andá a combidale a tu amigo -
-¿¿Amigo?? -Preguntan los dos mayores que no se habían percatado del herido que traje hace un momento debido al volumen de su música -¿Cuando entró? -
