Enzo lo odiaba, odiaba esos labios tersos, su cabello siempre bien arreglado, su piel sin un solo poro, sus ojos de cachorro muerto de hambre, odiaba sus buenas calificaciones y le parecía sumamente pretencioso como al entrar en cualquier espacio to...
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Golpeé...
Y golpeé...
Hasta que me harté y miré mi teléfono.
<Mami3 Me voy a dormir. 00:30. Ni te dignes a venir. 00:30.
Leí.
"Pero la re putísima madre que lo remil re puta parió y la re concha de la lora"
Mi mamá siempre solía ser así, si no le atendía me cerraba la la puerta y no me dejaba entrar, cuántas veces no tuve que subirme al techo y cruzar al patio trasero para entrar por la ventana de mi pieza que dejaba medio abierta cuando pasaba esto, ya se imaginarán que tan seguido ocurría lo mismo.
Eso por olvidarme las llaves, la otra vez que el cuti me trajo enpedo él mismo también fué el que me hizo acordar de traer la copia de la llave.
Intenté hacer la jugada que sabía de memoria.
Puse el pie derecho en el muro y mis manos ensima de este para poder subir y alcanzar el techo.
Pero en el intento de seguir escalando con mi pie izquierdo, sentí una dolorosa punzada en mi pantorrilla que hizo debilitar mis manos y caer sobre un arbusto.
—Ahgg...—Me quejo acostado aún en el suelo.
Agarro mi celular procediendo a llamar a cuti, él siempre me salvaba a último momento.
—Eu, cuti, me dejaron afuera ¿Me querés llevar a tu cas- —
—¿E-eh? Ah, s-sii —Balbuceaba agitado y entrecortado —Solo es-spera.
—Hyu-ung~...—Escuché ese hilo de clamor desde el otro lado de la línea.
—Ya no quiero nada, chau —Me despido y corto la llamada dando fin a ese momento traumatizante del cual no quería indagar más.
"¿Y ahora qué mierda hago????"
Una idea pasó por mi cabeza. La casa de Julián estaba del otro lado de la esquina, supongo que no a de estar dormido a esta hora.
Tal vez a mi yo de hace unos meses le hubiera parecido una idea a ni siquiera considerar pero ahora mismo estaba en crisis, no tenía otro lugar donde ir y de todas formas no sería tan malo.
Entonces me levanté del suelo caminé hacia esa dirección otra vez, aún adolorido.
Entre mis pensamientos me encontraba preguntándome ¿Qué tanto había pasado para que al final terminara dependiendo de Álvarez??
Para un toque...¿Desde cuándo me caía tan bien?? No sé, pero todo este tiempo me hizo darme cuenta de que realmente no estaba tan mal, digo, no era el tipo arrogante que yo consideraba, de echo, era agradable si se quería.
Miré la funda de mi teléfono algo nostálgico.
"—Si querés te la doy —Lo miré desconfiado —Tomá, si igual yo tengo la que me faltaba y ya complete el álbum."
