45. Fiesta

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Tal vez debido al estímulo del examen a mitad de período, Jiang Ran se estaba sintiendo ansioso por su futuro y tenía mucha confianza en Tan Ye. 

Esperaba con ansias que llegara el tercer examen mensual. 

Jiang Ran quería probar, que los resultados del examen a mitad de período no era el punto final, sino que más bien era el examen como punto de partida de todo. 

Lo que le pareció muy sencillo, es decir, seguir aprendiendo. 

Pero después de unos días, Tan Ye no estaba dispuesto a responder todo el tiempo las preguntas. En cambio, a veces simplemente le pedía que no leyera un libro. 

Estaba un poco enojado, porque Jiang Ran era a veces demasiado extremista. 

Jiang Ran finalmente escuchó las palabras de Tan Ye, como si aquella cuerda tensa se hubiera aflojado de su cuerpo, y no se sentía preocupado. 

La navidad se estaba acercando, antes del tercer examen mensual. 

El clima navideño era bastante frío este año, pero cuanto más se acercaba, más impetuosa se volvía el ambiente en la escuela. 

Porque después de la navidad venia el Año Nuevo, días festivos antes de las vacaciones de invierno, ahorrando de esa formas tardes y noches de autoaprendizajes en la escuela. 

El día antes de navidad, muchos estudiantes compraron manzanas y en el pequeño supermercado de la abuela Tan también se exhibieron algunas manzanas empaquetadas. 

Antes de que te dieras cuenta, un semestre se estaba acabando. 

Habían varias manzanas guardadas en el armario de Jiang Ran, no fueron compradas en la escuela, más bien el tío Zhou se los envió.

En la escuela se había llenado de ruido desde hacen algún tiempo.  

—¿Quieres actuar en la fiesta de la víspera de año nuevo? —Yuan Ding se inclinó y preguntó: —Se dice que en cada dormitorio debe tener al menos una persona. 

—¿Tú no vas a actuar? —Preguntó Jiang Ran. 

—Si no hay nadie, ¿tendremos que actuar Meng Bairi y yo? —La expresión el rostro de Yuan Ding era indescriptible: —¿Sabes lo que hicimos el año pasado?. 

Jiang Ran pensó por un momento: —¿Cantaron?. 

Eso es todo lo que podía pensar en este momento. 

—Lo dices de forma tan simple —Yuan Ding agitó su mano: —El año pasado insistió en realizáramos un Errenzhuan [1], me convenció y finalmente las escuela completa nos hizo famosos. 

Jiang Ran se sorprendió. 

Yuan Ding lo supo todo tan pronto como vio su expresión. 

Debido a que el maestro no iba a asistir a la fiesta, todo era más libre y siempre que se le informe, generalmente estará de acuerdo. 

—No me mires así —Yuan Ding se cubrió la cara: —Lo sé, no parece mucho, pero tuvimos éxito en ese momento. 

Jiang Ran no pudo evitar reírse: —No es eso, es solo que es la primera vez que lo escucho. Solo lamento no haberlos visto. 

Yuan Ding: —¡Sí!, fue igual de los videos que puedes ver en línea. 

Es solo porque fueron sus compañeros de clases que veían todos los días, el efecto era un poco más divertido.

El día de la fiesta, los estudiantes de la clase comenzaron a decorar el salón. 

Jiang Ran no sabía qué hacer, así que se quedó en el pasillo y observó. Habían más de una clase, la clase de al lado, la que estaba en frente, todos estaban decorando, junto con el sonido de los globos que estallaban, haciendo todo muy interminable. 

UN BESO, UNA PREGUNTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora