¡No estás solo!.

04

Los niños llegaron a un prado muy lindo, Luffy soltó al rubio solo para ver a su alrededor, sonrió y volvió a tomar la mano del rubio. Para naruto era raro, sentir el peli negro era muy cálido.

— Las cosas aquí son muy diferentes  — Luffy comentó — Hay que jugar.

Para luffy era el día más feliz, ya que podía jugar con el rubio sin que un espejo se lo impida, no le gustaba estar así pero agradecía que el espejo le permitió pasar.

— Vamos haya — Luffy estaba feliz de tener al peli negro y aprovecharía en jugar con él.

Lejos de ahí, una Anbu de cabellos negros había visto los dos niños correr, a pesar de que sus misiones ya habían acabado le dió curiosidad al ver el rubio correr con un niño que no conocía.  El no era ese tipo de persona que le gusta juzgar, conocía la razón por la que el niño era odiado, tenía un carga que nunca pidió, solo se lo pusieron haciendo que su vida fuera más difícil.

Sentía tristeza por eso, sentía que no podía cambiar nada. El niño no tenía la culpa de nada, ¿Por qué es así la gente? Solo era un niño que vive con miedo, se daba una idea de que el menor ya debe tener traumas. Pero, ¿que hacía? No podía hacer nada, el Hokage los había prohibido acercarse a él.

Solo podía verlo de lejos, ver cómo estaba. El sabía que el niño era hijo del Cuarto Hokage, el sabía eso, no era estupido para no darse cuenta de la evidente parecido del rubio mayor. Solo quería cuidar de un niño que cargaba con algo muy grande, él quería hacer algo sin que nadie se diera cuenta.

Se acercó un poco solo para ver cómo los niños jugaban muy alegres, no había visto al niño sonreír así. Se alegraba demasiado que tubería un amigo, una persona a su lado. Se sentó en la rama, con una pequeña sonrisa miraba todo.

Desconocía la razón por la cual el Hokage haya decidido abandonar al menor, se veía que el menor necesitaba alguien que le enseñará todo lo que un adulto sabe, pero vio desde lejos que el menor prendía el solo, el solito hacia y aprendía solo. Ver las decisiones que tomo el Hokage lo decepcionó demasiado. No sé debería llamar Hokage, a su parecer era una mierda de persona.

De la sombra lo cuidaba, solo cuando no tenía misiones. Ahora que había salido por una misión, le tomo tiempo en regresar, maldecia  mucho al ver que la misión se había alargado y justo casi en el cumpleaños del menor. Los constantes maltratos eran evidentes, el hacía lo que podía.

Tenía planeado algo, tenía cosas para rescatar al menor. Vaya que tenía muchas cosas pensados, no eran malas pero era para salvarlo de esa aldea, a pesar que amaba la aldea poco a poco dejaba ese sentimiento por ver cómo era ala gente y más por el líder que tenía.

La gente de verdad era una verdadera mierda, no había momento en dónde se pregunta, ¿por qué salvar a gente como esa? No valía la pena, no valía solo arriesgarse solo par a proteger a esa gente tan inútil y estupida. Su lealtad se esfumó, se esfumó tanto que no quería dar su vida por esa aldea que maltrata a un niño.