¡No estás solo!.

12

Los nervios lo tenía algo loco, no podía creer de todo lo que había en el primer prueba fuera un examen escrito, no era tan estúpido pero tampoco inteligente. Estaba nervioso y eso que ya llevan un tiempo ahí se todo mirando la hoja, había visto de reojo como algunos usaban sus habilidades para copiar.

—¿Qué era lo que decía Ace ante los exámenes? — puso sus manos en su cabeza pensado.

”Los examenes es como robar, mientras nadie te descubra robando todo estará bien"

Eso se lo había dicho cuando Makino les enseñaba muchas cosas, los libros que tenía ayudaba demasiado a los otros. También había momentos en los que el abuelo Garp le llevaba libros y Makino se encargaba de enseñarles. Los exámenes que les ponía era un reto de cada día, Ace le habi dicho esto porque no sabía nada y eso porque no había puesto atención en las clases que le había puesto Makino.

Suspiro, trataba de relajarse y pensar en como copiar sin que nadie lo descubriera. Suficiente tenía por hacer esto y después pensar en todo, los exámenes era su peor enemigo. Abrió sus ojos mirando enfrente suyo solo para encontrar algo que pudiera ayudarlo. Vio de reojo los que estaban a su alrededor, eran los centinelas que vigilaban a todos.

— Número 456 fuera

— 345 fuera

— 208 fuera

Ahora estaba más nervioso por escuchar como mencionaban a unos y junto con su equipo, ahora se puso más nervioso. No creía que todo eso le estaba sucediendo, suficiente tenía que aguantar a Sakura que le diga que pusiera atención en lo que le enseñaba. No quería ser golpeado por esa chica, quería a su amiga pero a veces le daba mucho miedo. Tanto así que era difícil contradecirla, a veces pensaba que esa chica algún día le iba sacar su cerebro de un golpe. Aunque Sasuke no se salvaba, también era golpeado por la chica y eso que era el más tranquilo del equipo.

Hubo una vez en la que había ido a una misión, los dos habían comenzado una pelea sin fin, pero mientras más discutían hacían enfadar a la chica. Mientras su sensei estaba más concentrado en su libro para ponerles atención. Sakura perdió la paciencia y de un golpe los derribo, dejándoles un chichón grande. Su sensei solo se había burlado de como la chica los había golpeado y dejarlos casi inconsciente.

De tan solo recordarlo le dió un escalofrío, nego con la cabeza despegando su mente. Ya había perdido mucho tiempo en recordar de los golpes de su amiga.

— El tiempo se acabó — con ese anuncio solo se congeló y miro al instructor.

— ¡Noooo! ¡Mierda, no conteste nada! ¡Sakura me matará por no contestar! Dios mío, debo de rezarle al de arriba.
Padre nuestro que estás en el cielo...
Te juro que le iba hechar ganas en esto, solo que no me dieron más tiempo — con un temblor miro de reojo a su amiga que estaba detras de él (obvio que podía verla a esa distancia)