¡No estás solo!.

15

Naruto apartó a su oponente con desdén, dándole una patada que lo alejó aún más. Con una expresión de repugnancia, se volvió hacia sus compañeros que luchaban por recuperar el aliento. Una sonrisa traviesa jugaba en sus labios, agradecido por los rigurosos entrenamientos de su abuelo que le permitieron superar este desafío. Levantó la vista para contemplar el cielo y los imponentes árboles que se alzaban a su alrededor. Un suspiro escapó de sus labios, dejando atrás los recuerdos que amenazaban con perturbar su concentración. Con determinación, decidió que solo quedaba seguir adelante con sus planes trazados.

- Con esto es el último - Naruto solo miro de reojo a un solo lugar, después sonrió - Vámonos, los saltamontes viene.

Con ese comentario, los otros dos comprendieron las palabras del Uzumaki. Sasuke dejó escapar un gruñido de frustración, su orgullo herido por la pelea humillante que acababan de tener. Para despejarse, decidió concentrarse en el presente y seguir adelante con la tarea que tenían entre manos. Miró de reojo el lugar donde Naruto había estado momentos antes, sacudiendo la cabeza con disgusto antes de seguir al joven Uzumaki con pasos pesados.

Mientras tanto, Sakura caminaba junto a Naruto, escudriñando el entorno en busca de hierbas medicinales. Aunque había sido una experiencia agotadora, encontraba consuelo en el hecho de que su habilidad con las hierbas podría ser útil después de todo esto. Con determinación en su mirada, continuaron avanzando juntos por la segunda etapa del examen, enfrentando cada desafío con valentía y determinación.

Los tres estaban exhaustos por todo lo que habían enfrentado, pero a pesar de los desafíos, lograron superarlos. Naruto, con habilidad camuflada, realizó un sello de manos para crear un clon, aunque sus compañeros notaron el gesto, optaron por no comentarlo y continuaron su camino. Sasuke, con mirada disimulada, escudriñaba su entorno con cautela, consciente de la necesidad de discreción en cada paso que daban. El examen que enfrentaban era formidable, pero aún así, confiaban en de su propia fuerza y habilidades, aunque no estaban preparados para encontrarse con el temible Sanin de las Serpientes. La incertidumbre del futuro se cernía sobre ellos mientras avanzaban, listos para cualquier desafío que pudiera surgir en su camino.

- Hemos llegado - suspiró Sakura con alivio, avanzando con un peso menos sobre sus hombros. El simple hecho de haber llegado era un paso adelante, una carga menos que soportar.

Naruto esbozó una sonrisa ligeramente maliciosa, pero su expresión se desvaneció al ver a sus compañeros desplegar los pergaminos y juntarlos. Observaron cómo los pergaminos despedían humo antes de que Kakashi-sensei apareciera, su inseparable libro en mano.

- Han superado la segunda prueba - anunció Kakashi con una sonrisa, su ojito brillando tras su máscara mientras observaba a sus alumnos, desaliñados y con heridas. Al notar una mancha negra en Sasuke, frunció el ceño y se acercó al joven.

- Kakashi-sensei, debería revisar eso en privado. Hay ojos curiosos al acecho - murmuró Naruto al pasar junto a él, el susurro solo llegó a oídos del sensei.