20. Cambios de aptitud

5K 579 127
                                    

—Estás siendo muy injusta —agaché las orejas con una mueca, una vez alcancé a mi madre justo cuando entraba en nuestro hogar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Estás siendo muy injusta —agaché las orejas con una mueca, una vez alcancé a mi madre justo cuando entraba en nuestro hogar.

—¿Injusta? Has desaparecido por días, Ngayä. ¡Eres la futura tsahík y te marchaste sin avisar! 

Bajé la cabeza con una mirada resignada. Odiaba cuando me gritaban, me hacía recordar partes de mi pasado que me esforzaba por olvidar con todas mis fuerzas. Entendía su punto y el porqué estaba cabreada, pero estaba segura de que ella empujó a mi padre a escoger al próximo Olo'eyktan cuando sospechó con quién me encontraba.

—Lo único que intento es protegerte, ¡es lo que siempre he hecho! —Se giró para encararme, ambas con las orejas pegadas al cráneo y nuestras colas balanceándose con espectancia.

—¿Protegerme de quién exactamente? ¿De Neteyam? —La miré estupefacta cuando apartó la mirada al oírme pronunciar su nombre—. ¿Todo esto es por él...? ¿Tanto le odias?

Rápidamente levantó la cabeza, mirándome indignada. No podía culparme por pensar así, realmente era lo que parecía. Desde que llegaron le tuvo una especie de recelo al hijo mayor de los Sully, eso era un hecho.

—Yo... —La oí bufar por lo bajo y subí las orejas, esperando una buena explicación—. No le odio a él, odio que te vuelva débil.

—Todos tenemos una debilidad. No puedes juzgarnos por ser la del otro.

—No lo entiendes, nunca quieres escuchar —Me apuntó con el dedo, enseñando los dientes—. ¡Él es el desencadenante! ¿Acaso no lo ves? Todas tus visiones empezaron cuando él llegó. ¡Él será el que te destroce!

Retrocedí un paso, repitiendo sus palabras con claridad en mi cabeza. Algo no encajaba, no tenía sentido que ella...

Un momento.

—¿Cómo sabes que seguí teniendo visiones? No te conté ninguna desde que llegaron los Sully.

Su cara llena de sorpresa me hizo estremecer.

¿Cómo se supone que sabe eso?

Ronal se dio la vuelta, dándome la espalda y poniéndose a buscar algo por todo el lugar. De pronto parecía estar entrando en pánico, como si no encontrara algo muy importante para ella. Todo comenzaba a ser muy extraño, actuaba de una forma totalmente diferente a la que ella solía tener. 

—¿Qué...? —Miré extrañada como se tiraba al suelo, buscando desesperada.

—Estaba aquí, estoy segura de que lo dejé aquí.

—¿Qué ocurre?

Mi madre se giró hacia mí con pánico en sus ojos y me acerqué a ella preocupada.

—¿Las has visto? Traje esta mañana esas malditas flores, ¡son muy importantes! Necesito saber que funcionan...

—No te entiendo, madre —enlacé todos los datos que me había dado mi madre frente a mí y una idea se presentó en mi cabeza—. Mamá, ¿has subido a la montaña? 

Skawng // NeteyamWhere stories live. Discover now