𝟎𝟏. 𝐍𝐞𝐯𝐞𝐫 𝐛𝐞 𝐚𝐧 𝐞𝐜𝐡𝐨, 𝐛𝐞 𝐚 𝐯𝐨𝐢𝐜𝐞.

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   Eventualmente, todo hace eco

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   Eventualmente, todo hace eco. Y con eso me refiero a que la verdad siempre sale a la luz. Muchas veces había escuchado una curiosa parase salir de los labios de su ex cuñado, Aro:

Querida Cora, nunca seas un eco. Se una voz.

Y eso es lo que planeaba ser la invidente, una voz. Realmente deseaba decirle la verdad a Edward, porque algo en ella creía sinceramente que se la debía. Ella se había unido a una causa de la que sabía podía simplemente solucionar con dar la cara. Si bien le encostaba ser misteriosa e interesante todo tenía un límite.

   Debía dejar de ser Jane Doe, el nombre de los desconocidos, para transformarse en ella. Coralena Jean Beaufort, nadie más.

Ella había decidido cuál sería la carta que los llevaría a la victoria, pero para aquello ella debía...

     —Disculpe, Señorita...

Por el tono de voz pudo saber rápidamente de quien se trataba. Aunque era realmente extraño que él se dirigiese directamente a ella.

—¿En que puedo ayudarlo, Carlisle?

     Si bien no podía ver su rostro, podía ver una reducida vista por sus ojos, eso le indicaba que los tenía entrecerrados, mantenía la cautela al rededor suyo. Mala señal.

     —Me gustaría que me acompañe a dar un paseo por el bosque.

      El cordial tono con el que se expresaba no dejaba de confundirla. Con las formalidades correspondientes, Coralena siguió a Carlisle al frío bosque cubierto por la nieve. El invierno había despojado sus consecuencias, congelando todo y anunciando una guerra. Faltaban horas para que lobos y vampiros se unan contra un enemigo mayor, a su vez conocido.

     Sus botas hundiéndose en la nieve. El ruido del viento. El llamado de una madre cierva hacia su primogénito. El calmado andar de Carlisle. Sus ojos en el cielo, por lo tanto también los de la invidente. Copos cayendo

      Y se preguntarán ¿Por qué describo todo esto? Con tanta precisión, con tanto esmero. Y es que nunca me ha importado describirles lo que rodeaba a Coralena, a fin de cuentas es ciega y lo único que importa narrarles para mí es su percepción de los hechos, y así es como ella sintió ese momento. Vacío.

𝐁𝐄𝐇𝐈𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐋𝐄𝐍𝐒𝐄𝐒 | Edward CullenWhere stories live. Discover now