Tokyo estalló, hubo muerte y destrucción en la que los héroes difícilmente se repondrían. Un joven, entre las sombras, se daría la tarea de rescatar a su país, sus amigos, su maestro y los amores de su vida del mal que representan Tomura Shigaraki y...
La tensión en el ambiente era creciente, la conmoción de un rubio que tenía una particularidad que le permitía crear explosiones por medio de su sudor de nitroglicerina era lo único que rompía el silencio.
— Mukosei, mukosei, mukosei, mukosei... -Deku se acercó a Eraserhead mientras sostenía a Katsuki Bakugou con sus látigos negros-.
Izuku, por primera vez en mucho tiempo, estaba furioso y volteaba a ver a todos los presentes. Notó que había un semblante de impotencia e incluso tristeza.
— ¿Quién...? -preguntó Izuku con un rostro molesto pero sin alzar la voz-.
— Fue... fue Mirko... -respondió Kamakiri quien mantenía la cabeza baja-.
Jack Mantis o Togaru Kamakiri se sentía bastante enojado consigo mismo, ya que no había sido capaz de cortar la extremidad de Tomura antes que recuperara la capacidad de activar su peculiaridad de nacimiento.
Al igual que Kamakiri, Phantom Thief se sentía frustrado porque él era quien controlaba la situación a lo lejos al copiar el don de Eraserhead. La resistencia de sus ojos había superado sus límites y no había sido suficiente, estaba cabizbajo, apretando dientes y el ceño fruncido.
— Monoma... -Aizawa puso una mano en su hombro- No tienes que culparte por lo que pasó, ni tú ni nadie. Por desgracia y aunque se oiga mal, pero son gajes del oficio. Mirko dio su vida peleando y para muchos héroes, es la forma más noble de encontrar el final.
En eso Izuku llegó para ponerse frente a Aizawa, quien estaba molesto por no haber sido un mejor refuerzo para Neito.
— Sensei, sumimasen. Lamento haber llegado tarde en una situación como esta. Por favor, dígale a Monoma que abra los portales del verdadero Kurogiri para llevarlo a la UA, que atiendan a todos. -Deku le entregó a Bakugou-.
Shota cargaba al rubio con sus dos brazos, su expresión seria parecía que estaba molesto pero en realidad solo trataba de mantenerse estoico. Midoriya estaba nervioso, pero no podía entregarse a esas emociones.
Sus novias estaban cerca de Izuku, ambas estaban cuidando el cuerpo de Toga. El miedo se volvió a hacer presente en ellas al ver que Tomura Shigaraki estaba flotando por encima de todos.
— Por favor, sensei. Váyanse todos de este lugar, imagino que los otros héroes y compañeros deben estar pasándolo mal, así que por favor ayúdenlos también. Como nos separaron del resto, asumo que los demás están distribuidos en otros lugares. Intenté contactar a los demás, pero la comunicación está obstruida, posiblemente Tomura con uno de sus dones fue el causante. Yo me encargaré de él. -decía Izuku mientras daba un paso al frente-.
— Izu-kun... -pensaron las chicas con temor a lo que pueda pasar en esta pelea-.
— Nunca lo vi así antes. -decía Ochako en su mente-.
— Espero que lo logre. -pensó nerviosamente Yui-.
— IZU-KUN, GAMBARE. TE ESTAREMOS ESPERANDO. -dijeron ambas al unísono-.
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