K!Quackity x tú || 𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐡𝐨𝐬𝐞𝐧 𝐎𝐧𝐞

VII. ¿𝑬𝒔𝒕𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒅𝒓𝒐𝒈𝒂𝒅𝒐𝒔?

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- VII -

❝【 ¿𝑬𝒔𝒕𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒅𝒓𝒐𝒈𝒂𝒅𝒐𝒔? 】❞

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Todos los días estuve levantándome temprano y durmiendo noche para poder ayudar a las víctimas del suceso catastrófico; el pueblo bajo la lava.

Merlon me asignó el trabajo junto con otras personas que salieron ilesas, y la verdad es que me sentía bien poder ayudar a las otras personas o poder hacer algo, porque el ser heroína, bueno... no me resultó muy bien.

El casi ahogarme me hizo darme cuenta que ser heroína sería algo díficil, pero no me había rendido. Podía ser díficil, pero no imposible.

— ¿Necesitas algo más, pequeño? — le pregunté al niño chiquito que recién había adquirido una cobija.

El chico negó, dejándose calentar por la manta. Agradecía que ninguna familia o habitante murió, pero por lo mismo era mucha gente la que seguía en pie bajo condiciones lamentables.

Por eso me gustaba ayudar en lo que pudiese, además me sentía cada vez más parte del pueblo si lo hacía.

— Has hecho un excelente trabajo, _____. — me felicitó Merlon.

Agradecí como siempre con una sonrisa y estrechando su mano. Merlon era un gran hombre, viejito, pero amable. Durante todos estos días se ha asegurado que no me falte nada.

— Gracias, es lo menos que puedo hacer. — dije. — ¿Por qué sabes qué más puedo hacer?

Merlon negó.

—  Ser parte de los héroes... — dije con un tono penoso, moviendo mis manitas estilo jazz.

El viejito sonrió negando, caminó lentamente con su bastón hasta estar a lado mío, hombro con hombro.

— Paso por paso, _____. — recordó con su voz sabía. — Primero debes aprender a caminar antes de correr.

Suspiré fastidiada, rodando mis ojos. No quiero que me malinterprete, no es que no me gusté lo que estoy haciendo ahora, es solo que deseó hacer más.

Tengo potencial para más, yo lo sé.

— Sé que antes de aprender a correr tengo que caminar, pero antes de caminar tengo que gatear, ¿o no? — miré al viejito, quién asintió lentamente. — Entonces asígneme una misión, una fácil para practicar.

— ¿Quieres que te asigne una misión? — repitió mis palabras y yo asentí. — ¿Tú sola?

— Sí.

— ¿Por qué no con Quackity? He visto que tienes mejor cercanía con él que con los otros héroes.

Rápidamente negué, ocasionando que Merlon alzará una ceja esperando una explicación de porque rechacé la oferta en cuestión de segundos.

— Yo tengo que practicar sola. — comenté. — Solo así podré lograr ser como ellos.

Merlon parecío pensarlo mientras acariciaba su larga barba blanca.