XVI. 𝑨𝒎𝒏𝒆𝒔𝒊𝒂

3.9K 471 252
                                    




• ✧ •










┏━───────╯╰───────━┓

- XVI -

❝【 𝑨𝒎𝒏𝒆𝒔𝒊𝒂 】❞

┗━───────╮╭───────━┛






















______:

La luna seguía en pie sobre el cielo y el amanecer no tardaba en aparecer. Mis pies estaban adormilados de caminar sin descanso, pero aunque le pedí a Quackity que tomáramos un descanso, él me insistió en que no dejáramos de movernos hasta llegar a Karmaland.

Para ser sincera, el ambiente era tenso. Después de correr del pueblo como fugitivos, Quackity no se digno a darme una explicación de lo que estaba pasando. En parte también es mi culpa por no atreverme a preguntarle.

Lo miré de reojo mientras seguíamos caminando. Su cicatriz en el ojo me hacía imaginarme como fue que se la hizo. ¿Se habrá cortado con algún cuchillo? ¿Lo asaltaron? ¿Fue un accidente?

— Deja de verme. — mandó sin mirarme.

Automáticamente desvié al vista de él para seguir enfocada en lo que estuviera frente a mí.

— Perdón. — susurré.

— No te disculpes. — protestó rápidamente. — Sí me gusta que me mires, solo no lo hagas de esa manera...

Asentí silenciosamente sin entender bien el limite que había establecido. Volví a pensar en lo principal, sabía que tenía que preguntárselo, porque si no lo hacía ahorita, no lo haría después.

— Quackity. — lo llamé, volviéndolo a mirar, pero este seguía con su vista al frente. — ¿Por qué huimos?

— Porque el alcalde murió. — respondió simple, haciendo que yo tragara con dificultad.

— Sí, lo sé... — tomé una inhalación de aire para obtener valentía. — Tú... tus manos tenían sangre. Quackity, ¿lo mataste?

Al haberle hecho esa pregunta, paró de caminar en seco. Se quedó un momento en blanco, sin moverse y sin hacer nada. Lentamente giró su mirada para verme con el ceño fruncido.

— Sí. — respondió, acercándose un poco más a mí. Ante su declaración, retrocedí dos pasos hacía atrás. — ¿Por qué retrocedes?

— Por nada.

Él dio un paso imponente hacía delante, haciendo que mi respiración temblara, al igual que mis manos. Cosa que no paso desapercibido por Quackity.

— ¿Tienes miedo de mí? — preguntó entre decepción y molestia.

— No...no, claro que no.

— Mentirosa. — insistió, tomándome la muñeca con algo de rudeza. Solté un gritito por el pánico que me había envuelto su acción. — ¿Crees que sería capaz de hacerte daño?

No contesté, a lo que aplicó un poco más de presión sobre mi muñeca.

— Dime, ______, ¿crees que sería capaz de matarte como lo hice con el alcalde?

— Quackity-

— ¡Contesta!

— ¡Sí! — exclamé, cerrando los ojos esperando cualquier cosa. — ¡Sí, Quackity! Te creo capaz de... de...

K!Quackity x tú || 𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐡𝐨𝐬𝐞𝐧 𝐎𝐧𝐞Where stories live. Discover now