K!Quackity x tú || 𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐡𝐨𝐬𝐞𝐧 𝐎𝐧𝐞

XVII. 𝑹𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐

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❝【 𝑹𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 】❞

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Nos recibieron todo el pueblo de Karmaland ante nuestra llegada. Estaba perpleja al verlos a casi todos esperándonos en la entrada. Incluso estaban nuestros amigos; Willy, Vegetta, Staxx, Titi, etc... Hasta Merlon estaba ahí. Únicamente faltaba Luzu.

— ¡Bienvenidos! — exclamó Merlon con una cara sonriente. — Debió haber sido un largo viaje, y os aseguro que aquí les hemos echado de menos.

Estaba cansada, pero verlos a todos tan animados por vernos, hizo que se me elevaran los ánimos.

Quackity yo sonreímos a la par, asintiendo y aceptando la acogedora bienvenida que nos habían otorgado.

Una vez que Merlon había terminado de hablar, un circulo de personas del pueblo nos rodeo a ambos, preguntándonos montón de cosas.

— ¿Lograste saber de dónde eres?

— ¿Sí eres de ese pueblo?

— ¿Nos dejaras?

Eran varias de las preguntas que no llovían, aunque eran más centradas y enfocadas a que yo las respondiera. Después de todo, Quackity solo había sido mi acompañante en mi aventura.

Tal vez puedo llamar a esto mi primera aventura, luego será mi primera misión y después, ¡pum! Seré la primera heroína de Karmaland.

O tal vez debería de renunciar a ese sueño.

— Agradezco por su interés a todos. — dije, elevando mi voz un poco más de lo normal para que me pudieran escuchar hasta los del fondo. — Lamentablemente descubrí que mi origen no es de aquel pueblo.

Escuché varios murmullos propagarse, mientras que se mostraba decepción en las caras de cada habitante. Estaban igual de decepcionados que yo.

— ¡No importa! ¡Nos gusta que te quedes aquÍ!

Gritó una persona, pero no supe quien era ni logré descifrar el rostro. Al decirlo, la demás gente apoyo a esa persona, gritando afirmaciones y aplaudiendo, como señal de que coincidían con él.

Era todo lo contrario a como había sido mi primera bienvenida en Karmaland, donde todos me veían con terror y con desprecio. Pero esta vez no era así, esta vez incluso les gustaba la idea de que me quedara.

— Has hecho un buen trabajo si ya te has ganado el cariño del pueblo. — murmuró Merlon a mi lado, solo para que yo lo escuchara.

— ¿Eso cree? — pregunté.

— Claro que sí. — soltó una risita. — Ayudar al pueblo después de la invasion de los Alienígenas, hizo que confiaran y te estimaran. Felicidades.

Esbocé una media sonrisa, soltando un suspiro de satisfacción al escuchar esas palabras.

— Eres una chingona. — dijo Quackity, quien no se había despegado de mi lado todo este tiempo.

Pasó su brazo detrás de mis hombros y me apegó más a él, haciendo que mi sonrisa se combinara con un sonrojo por su acción.

— ¡Dejadnos pasar! — gritaron varias personas, haciéndose espacio entre la multitud.