parte 26

379 20 4
                                    

Le hablé al chófer del señor Lee para que me llevara con él, al principio dudó pero le dije que era importante ya que no se encontraba bien el señor Lee. Alisté una mochila con ropa para él y para mí, ropa casual y de trabajo, dudo mucho que haya llevado un cambio tan siquiera para mañana, también algunas cosas de aseo. Casi explotaba mi mochila.

Sentí el camino demasiado largo, fue casi una hora. Cielos, de verdad se alejó bastante. Me sentía mal por el señor Lee, quiero decir, cree que es malo pero en realidad no lo es, realmente es una buena persona, me ha dado mucho en tan poco tiempo pero ¿por qué para él no es suficiente?

El chófer me entregó la llave de la habitación donde se encontraba el señor Lee, no dude en tomarla e ir. Por último le dije que descansara ya que no se le necesitaría ningún servicio más, imagino que está muy cansado por lidiar con el señor Lee.

Bien. Ahí estaba en el sofá, tan derrotado y sin fuerzas. Fui a preparar café, lo suficientemente cargado para que despierte tan siquiera un poco. Me acerqué a él y hablé despacio, con mucha tranquilidad y sin desesperación.

Doy caricias en su cabello y besitos en sus mejillas, se ven un leve rojizas.

-De verdad viniste.- ah, somnoliento.

-Quería verlo, señor Lee. No quería esperar hasta mañana. Y aparte no lo había visto durante todo el día.-

-Lo siento por hacerte venir hasta acá. Queda muy retirado del departamento. ¿Viniste sola?-

-Claro que no. Pero por ahora no se preocupe por eso.- le di un beso corto en sus labios, sabían a licor.

De manera perezosa levanta su cuerpo del sillón, toma la taza de café torpemente pero no derrama ni una gota. Toma un diminuto sorbo.

Muy cargado. Pero creí que le haría mejor. El café despierta ¿cierto?

Sentía que quería hablar y hablar pero no soltaba ni una sola palabra, estaba callado, extremadamente callado. No es tan común o eso recuerdo. Sigue dando sorbos pequeños, se ve distraído pero pensativo a la vez. Cómo si estuviera planeando algo. Juega con sus dedos, aclara su garganta y toma diferente postura para finalmente verme. Su mirada se ve inestable pero intenta mantenerla. Esos ojos tan bellos y tan agotados.

- Dije muchas cosas por teléfono pero ahora...-

-¿Nervioso?-

- Exacto. No entiendo qué haces para ponerme así.-

- Se ve muy cansado, señor Lee.-

- ¿Todavía me amas?- woah, no me lo esperaba.-

-¿A qué viene la pregunta? ¿Duda de mi amor por usted?

- Siento que debido a tantas cosas que te he hecho sea un gran motivo para dejar de amarme. Es entendible.-

- Aún lo amo. Lo amo tanto que no se imagina lo que siento cuando a veces desaparece.-

- ¿Por qué lo sigues haciendo? ¿Por qué no huyes de mi después de todo? -

Mi pregunta diaria es por qué el señor Lee cree que es tan malo. No ve sus cosas buenas sólo las malas. No ve que realmente me hizo feliz por mucho tiempo a pesar de la separación temporal que tuvimos. No ve que me salvó con simplemente su presencia, amor y atención de todo lo malo que estaba pasando en ese entonces.

El señor Lee me ha enseñado muchas cosas, dejó que siguiera estudiando y actualmente se preocupa por eso. A veces está ocupado y entiendo que me ignore o incluso evite pero lo comprendo, es un hombre ocupado con una vida hecha. Pero aún así seguía atento de lo que hacía, de mi bienestar. De mí.

Antes de separarnos, dedicaba mucho tiempo en mí, se tomaba demasiados días libres solo para estar encerrado en una habitación conmigo viendo la televisión. Sólo por eso faltaba al trabajo. Se entregó por completo al inicio de todo. Y él cree que lo he dejado de amar. Él es el hombre perfecto que siempre quise tener y prometí que cuando lo tuviera lo cuidaría y no lo dejaría ir. No quiero dejarlo ir porque realmente no hay motivos. Yo no los tengo.

Sería una completa idiota al tomar la decisión de dejarlo.

-¿Acaso quiere que lo deje?-

- Lo entenderé si lo haces.- sus ojitos se están poniendo rojos.

Me acerqué a él decidida a demostrarle que realmente lo amo y me niego a perderlo. Le di un beso en cada mejilla, después en su frente. Acariciaba sus manos con dulzura como él lo hace. Su llanto me destruye el corazón, lo atraigo hacia mí para abrazarlo.

- Prometo estar siempre con usted, señor Lee. Lo hago porque sé que así será y me encargaré de cumplirlo. -





































Sun ° Lee Dong Wook °Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora