parte 12

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Habían pasado cinco meses desde que llegué al dichoso departamento,el primer día fue agotador por acomodar algunas cosas y desempacar otras. Por supuesto,Namjoon me ayudó la mayor parte. Ha estado cuidandome día y noche. Su timidez aún sigue con él, siento como si no quisiera relacionarse conmigo. Pero muchas cosas me aclaran y dicen lo contrario. En noches anteriores me ha llevado a cenar y la pasamos muy bien.

Desde mi mudanza el Señor Lee se olvidó por completo de mí, sin llamadas ni mensajes.

Kim sólo me ha dicho que el Señor Lee está muy ocupado y no tiene tiempo para estar al pendiente de mi. No sabía que un mensaje te llevaba todo el tiempo del mundo.

-¿Pasa algo?- preguntó Kim.

-¿Eh?-

-Estás muy distraída,¿piensas en el Señor Lee?-

-Un poco.- solté un suspiro. De verdad quiero ver al Señor Lee.

¿Será que ya no me quiere ver?

Namjoon sabe donde encontrarlo, si le pidiera que me llevara a verlo...

-No.- ¿quién se cree que es?- Tuve ordenes muy claras. Te llevaré con él sólo cuando me lo ordene.- estúpido Señor Lee.

De tanto insistir Kim accedió a llevarme a la oficina del Señor Lee, con la condición de que al momento de verlo no llorara, y no entendí por qué lo dijo.

Durante el trayecto Kim miraba mucho por el retrovisor, ya que me fui en los asientos de atrás, le dedicaba una sonrisa y él la devolvía. Se veía preocupado y nervioso.

Apenas llegando abrí la puerta con rapidez, corrí a la recepción para preguntar por el Señor Lee. Kim gritaba mientras corría pero no le tomaba importancia en esos momentos.

-Por favor no vuelvas a correr.-

La recepcionista ya estaba llamando para verificar si el Señor Lee se encontraba cuando Nam llegó, con su respiración agitada y el ceño fruncido.

Después de pocos minutos la mujer colgó el teléfono, y con una expresión penosa negó. El Señor Lee no estaba.

Namjoon me tomó de los hombros para abrazarme y empezar a caminar hacia el auto. Fue inevitable no sentirme decaída. Tal vez tuve mala suerte ese día y posiblemente esté mañana, podría volver a venir lo más temprano posible...

-Tal vez está muy ocupado.-

-Cambia de excusa. Me lo has dicho por cinco meses.-

-Ha tenido mucho trabajo,pequeña.- lo dudo.-Pronto te llamará, tenlo por seguro.- eso quiero pensar.

Extrañaba esos días en los que el Señor Lee llegaba a casa y yo iba hacia él para recibirlo. También las noches en las que dormimos abrazados, y nos mirábamos fijamente. Las pocas tardes en las que salíamos en una pequeña cita. En pocas palabras: extrañaba al Señor Lee.

Kim a sido buena compañía, nuestra relación va mejorando pero aún sigue siendo tímido, es muy serio y casi no habla. Pero es muy lindo y tierno.

Miró nuevamente por el retrovisor, eso provocó de forma inevitable que mis lágrimas cayeran después de los intentos de contenerlas. No quería que me tuviera lástima o algo parecido. Las limpié rápidamente.

Al momento de llegar a nuestro departamento, hice lo de antes, corrí y dejé atrás a Nam, quería estar sola por unos momentos. Cerré mi habitación con seguro en caso de que Kim quisiera entrar y me pusiera a llorar aún más. Eso no evitó que golpeara la puerta mientras gritaba que la abriera. Olvidé que él tenía la llave y podía abrirla.

-Hablemos,¿sí?-

-No hay nada de qué hablar. Quiero creer que de verdad no ha tenido el suficiente tiempo para tan siquiera llamarme...-

-Pronto lo hará, estoy seguro.- tomó mis manos para acariciarlas. Veía fijamente mi anillo. Cuidadosamente comenzó a retirarlo. Quería reprochar pero me detuve.-Deja de pensar tanto en él y preocupate por ti.- guardó el anillo en uno de sus bolsillos. Prometió que después me lo devolvería.

-Necesito verlo,Nam.- odiaba no poder controlarme cuando quiero llorar. Parecía una fuente. Me envolvió entre sus brazos y acariciaba mi espalda.-Lo necesito.-

-Estarás mejor conmigo.- susurró.

...

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