parte 5

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El Señor Lee me invitó a ir con él a su trabajo,no sabía que le permitían hacer eso. Sin dudar,acepté. Durante las tardes mientras lo espero,no sé qué hacer exactamente durante ese tiempo.

Me llevó a su oficina,tenía un escritorio con muchos papeles encima y una silla con rueditas. Me senté en ella y empecé a girar. El Señor Lee me observaba con una sonrisa,lo pude ver. Se acercó a mí y me detuvo para después,besarme.

-¿No debería trabajar?- pregunté separándome de él. Hizo caso omiso a mis palabras. Volvió a unir nuestros labios.

Nos separamos nuevamente al escuchar que tocaban la puerta. El Señor Lee fue a abrirla. Mientras yo me quedaba sentada. Se fue. No tardó mucho para volver a su oficina. Se acercó a mí y tomó lugar encima del escritorio. Levantó mi mentón para que lo mirara,y juntó nuevamente nuestros labios. A comparación del otro día y en la mañana,este beso iba más allá de un besito.

El Señor Lee hizo que me levantara de la silla,y me sentó ahora en su escritorio. Sabía muy bien lo que estábamos haciendo,como también tenía en claro que no era muy bueno.

Abrió mis piernas para introducirse en ellas y seguir besándome,acariciaba mis muslos. Lo detuve cuando sus besos habían bajado a mi cuello,cuando sentí que ya me quería quitar mi blusa.

-Espero que recuerde mi edad,Señor Lee.-

Se sentó en la sillita en la yo estaba antes,se dejó caer sin cuidado. Se veía cansado.

-Lo siento mucho,princesa.- tomó mis manos y les daba pequeños besitos. Se veía muy arrepentido.

No hablamos después de eso,tenía trabajo pendiente y lo estaba haciendo. Yo simplemente jugaba balanceando mis pies arriba del escritorio. Ya que no alcanzó el suelo por lo pequeña que soy.

Silencio.

Silencio y más silencio.

-¿Está muy desesperado,Señor Lee?- pregunté sin pensarlo. La pregunta venía una y otra y otra vez a mi mente.

Me miró un poco penoso,como si le avergonzara la pregunta,pero de seguro no se sentía de esa manera al besarme y toquetarme. Es una simple pregunta.

-¿De qué hablas,amor?- volvió su vista a los papeles que tenía enfrente.

-Sabe muy bien de lo que hablo,Señor Lee. ¿No ha tenido sexo después de comprarme?-

-¿Dónde aprendes esas palabras?- sonaba molesto.

-En la secundaria. Y no se haga el sorprendido,muchas niñas de mi edad ya hasta están embarazadas. Y siéntase afortunado de que ni siquiera he dado mi primer beso.- recordé que mis labios ya no eran vírgenes.-Bueno,siéntase afortunado de ser mi primer beso.-

-¿Hablas enserio?- no ocultaba que estaba muy impresionado ante mis palabras.

-Sí.-

-Increíble.- sonrió.

-Todavía no responde mi pregunta.- me crucé de brazos.

-Está bien.- suspiró.- Estoy un poco...hm...-

-¿Por qué no lo dice?-

-Es extraño decirlo.-

-Vamos,no es tan difícil.-

Estuve ahí sentada por 6 horas sin hacer nada,esperando la hora de poder irnos a casa. El Señor Lee ni siquiera me quería hablar después de nuestra conversación que al parecer le incomodó. Qué tan difícil era decir "Estoy desesperado por tener sexo". Tal vez sí lo sea un poco pero no para tanto. En fin,dejemos de lado todo eso que no tiene sentido.

Ibamos camino a casa cuando el Señor Lee habló y rompió ese silencio tan aburrido.

-Lo siento mucho por lo de esta tarde. No estoy muy seguro lo que me pasó en ese momento.-

-No importa.-

-No quiero obligarte a hacer cosas. Estás muy pequeña,apenas eres una niña,de verdad lo siento.-

-Bien. Entonces quiero desayuno en la cama por toda la semana.-

-No.-

-No lo perdono.-

-Aún así me amas.- volteó mi mentón para verlo directamente a los ojos. Lo miré molesta,quería un desayuno en la cama. Juntó nuestros labios en un pequeño besito.

Sun ° Lee Dong Wook °Kde žijí příběhy. Začni objevovat