parte 3

1.5K 87 0
                                    

Crecimiento

El Señor Lee se encontraba en su oficina y yo estaba aburrida. Días antes me había dicho y advertido que en los próximos días tendría demasiado trabajo que hacer y no quería interrupciones. No tuve la suficiente fuerza de voluntad para evitar tocar aquella puerta,donde en el otro lado se encontraba el Señor Lee. Había la gran probabilidad de que se enojara conmigo por desobedecer su orden.

Di suaves golpes en la puerta,esperaba ver su rostro enfadado por haberlo interrumpido.

-Pasa.- habló con una voz tan tranquila.

Abrí la puerta mostrando la mitad de mi cuerpo para después entrar por completo. Me dirigí hacia él con cautela. Giró su silla hacia mi dirección,su mirada recorrió mi cuerpo de arriba hacia abajo. Sonrió. Yo igual le dedique una sonrisa para posteriormente sentarme en su regazo.

Dejó de escribir en la computadora para ahora prestar atención en mí. Sus ojos se posaron en los míos,rodee su cuello con mis brazos para acercar su rostro al mío. Le di besos en sus mejillas a los cuales el rió un poco. Se veía muy cansado,aquellos ojos cafés que en ocasiones me intimidaban,necesitaban un descanso. Necesita dormir. Me levanté de su regazo,tomé su mano derecha y lo levanté de aquella silla en la que ha estado por más de dos horas. Lo llevé hasta nuestra habitación,hice que recostara su cuerpo y descansara un poco,aflojé su corbata y abrí unos cuantos botones de su camisa. Cuando vino se había ido directamente a su oficina,ni siquiera se había cambiado de ropa. Iba a ir por los shorts que siempre usa,al momento de girarme me tomó de la muñeca.

-Eres la niña más hermosa del mundo.- levantó su torso antes de acercarme a él y darme un beso en mi mejilla.

-Señor Lee...- amaba llamarlo de esa manera.

Al igual que todos los días hicimos nuestra rutina. Preparamos el desayuno,el Señor Lee se iba a trabajar mientras yo me quedaba a esperar por su llegada.

En la tarde me detuve a pensar que en realidad estaba siendo feliz con el Señor Lee,pero luego pensé ¿Mí mamá estará siendo feliz sin tenerme? Cuando estaba en mi casa pensaba en eso,y estaba casi segura de que así sería pero había muchas veces en las que mi mamá me decía "te quiero mucho y eres muy importante en mi vida". Fue cuando entonces dije que ella le faltaban cosas para ser lo suficientemente feliz.

La tarde pasó y dieron las 7. El Señor Lee llegó y lo recibí como siempre. Lo arrastré al sofá sin siquiera darle tiempo de cambiarse como normalmente lo hace.

-Señor Lee,me gustaría hablar seriamente con usted.- mi corazón palpitaba demasiado rápido. No estaba muy segura si el Señor Lee aceptaría en cumplirme mis favores.

-¿Qué sucede,mi amor?-

-Señor Lee...- tomé una ligera pausa para después continuar.- Usted ha sido muy bueno conmigo y yo no me quiero aprovechar de usted y piense que en realidad no lo quiero y sólo lo estoy utilizando. Yo lo amo. Pero me gustaría pedirle algunos favores...- daba leves caricias en sus manos en modo de nerviosismo.

Le pedí que me dejara visitar a mi mamá por lo menos una o dos veces a la semana. También que me dejara darle un poco de dinero ya que no tiene una buena situación económica. El Señor Lee sin pensarlo demasiado aceptó. No lo pensó tan siquiera cinco minutos cuando me dijo "no hay problema". Lo abracé como hasta ahora lo había hecho,le agradecí muchas veces hasta que él me dijo que ya eran suficientes agradecimientos.

Quería hacerle saber a mi mamá que la quiero mucho al igual que mi abuelita. Quiero darles,si es posible,una mejor vida,porque se lo merecen.

Lo que restaba de la noche abracé al Señor Lee todo el tiempo.

-Necesito ir al baño.-

-No le creo. Sólo quiere deshacerse de mí.- reímos un poco. Lo solté porque decía que era en serio.

Habíamos terminado de cenar y recoger los platos. Era entonces cuando ya no sabíamos qué hacer después. A veces sólo nos mirábamos uno al otro sin hablar.

Como estaba aburrida quise molestar al Señor Lee. Toqué la puerta del baño varias veces.

-¡Señor Lee!- tocaba la puerta desesperadamente. Abrió. Me miró un poco molesto pero su rostro cambió de expresión a una que estaba aguantando de risa.

-¿Sí?-

-Quiero un besito.- apunté a una de mis mejillas.

El Señor Lee salió por completo del cuarto de baño para posteriormente tomar mis mejillas y darme muchos besitos. Me hacía retroceder hasta que choqué con una pared. El Señor Lee seguía dándome besitos. Fue entonces cuando vi la intención de besar mis labios,como pude me liberé de su agarre y corrí de ahí.

Aún no me sentía lista.

Sun ° Lee Dong Wook °Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora