𝑬𝒒𝒖𝒊𝒑𝒐

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— No me pregunten el color de nada — Dijo el castaño al sentarse rápidamente al lado de sus amigos, esperando ningún tipo de réplica. Intentó regularizar la respiración y no pensar en lo que había pasado. Ellos lo miraron con una mueca, confundidos.

— ¿De que hablas? ¿Pasó algo? — Deseó saber SanHa con interés. DongMin negó con la cabeza, ruborizado.

— ¿Entonces por qué estás sonrojando y llegaste tarde? — Interrogó Mj con los ojos entrecerrados.

DongMin respiró hondo y se mordió el labio inferior. Empezó a sopesar para determinar si sería lo correcto contarles. ¿Y si piensan mal? ¿Y si se enojan con él? Ya fue suficiente de la actitud que tuvo Mj la última vez que hablaron de algo relacionado con MoonBin. Y ahora... bueno, se tranquilizó y a fin de cuentas, decidió hacerlo aunque se estuviera muriendo de la vergüenza. Es mejor que sea él que se los diga antes que se enteren por ahí. Estaba a punto de contestarles cuando MoonBin ingresó al aula con serenidad. Sus miradas se cruzaron por instinto, como un imán con una fuerte atracción. Sintió una corriente en todo su pecho y como las mejillas ardían haciendo calor en todo su rostro. Pero rápidamente el pelinegro frunció el ceño y apartó la vista, siguiendo su camino y sentandose en su lugar, ignorandolo completamente.

DongMin se mordió el labio inferior y empezó a masticar la tapa de un lapicero instintivamente sin dejar de mirarlo. 

No sabía porque no podía quitar la vista de él. Su mirada se había quedado ahí.

Mj y SanHa se miraron entre sí, confundidos, pero entonces cayeron en cuenta que DongMin tenía la mirada perdida hacia MoonBin. Es más, también calculando que vivieron tarde los dos. Abrieron sus ojos a más no poder. Pensando un millón de cosas.

— ¡No me digas que tú y el tarado ese vinieron juntos! — Le reclamó Mj, sacándolo de su trance. DongMin se sobresaltó y pestañeo confundido.

— ¿Qué? ¡No...! Es sólo que....

— ¿Es sólo 'qué' DongMin? — Hizo énfasis SanHa, con una ceja levantada.

— Uhm... Chicos... Y-yo

— ¿Tú 'qué? Dinos, ¿Él te hizo algo? Cuéntanos ahora para ir con el director. Sabes que MoonBin tiene fichas por lo que te hizo — Le recordó SanHa.

Ojalá y fuera que lo hubiera molestado y no lo que había sucedido.

Es que el simple hecho de recordar a MoonBin defendiendolo y tomando su mano en todo el trayecto a la escuela, le daban tanta sensaciones extrañas. Que no eran para nada desagradables, y eso era lo que le daba miedo.

— No me hizo nada, no se preocupen chicos. Estoy bien. Es sólo que vinimos juntos, digamos que su carro se estropeó y nos encontramos en la misma parada, eso es todo — Le contó rápidamente, con las mejillas coloradas.

— ¿Seguro? Porque tu cara dice otra cosa — Sospecho Mj, acercándose a su rostro.

— ¿Q-qué tiene mi cara?

— Uhm... No sé. Está rara — Comentó Mj mientras lo observaba detenidamente. DongMin tragó saliva y desviando la mirada a la mesa de su pupitre.

— Dejen de decir tonterías. Estoy como siempre. Es sólo que el bus estaba lleno de gente hoy y me sentí algo sofocado.

— Patrañas. Acá hay gato encerrado — Masculló SanHa. DongMin lo fulminó con la mirada. No quiso hablar más de el tema, así que los ignoró.

— ¿Ves que sí? — Le siguió Mj, mirando a SanHa.

— Déjalo, en algún momento nos tendrá que decir— Dijo. DongMin rodó los ojos negando con la cabeza. Intentando no prestarles mucha atención.

Me enamoré de ti ᴮⁱⁿʷᵒᵒ (Gay) Where stories live. Discover now