[ niniz; amor ]

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Hanni y Danielle llevaban saliendo dos años. Eran las más felices. Danielle seguía sin creer que estaba con Hanni, era una mujer tan perfecta. La encontraba hermosa, era inteligente y astuta. Tenía un excelente gusto por la música y sus sentimientos eran los más tiernos y bonitos que existían. La adoraba con el alma, y nunca se vería dejando a Hanni, ni Hanni a ella. Eran tal para cual. Danielle era la única que aguantaba los berrinches de Hanni, la única que entendía el enojo de esta. La menor se había enamorado de ella por eso. Nunca había visto la mujer que era Marsh Danielle.

En un día normal, en la casa de Pham, se encontraban un tanto aburridas.

— Danielle, ¿qué te gusta de mi?

— Uh...

— ¿No puedes pensar en una sola cosa?

— No, aunque dame un segundo para pensar. —la menor pensaba arduamente.

— ...

— ...

— Supongo que... ¿todo?

— Esa no es una respuesta, imbécil. —la mayor se cruzó de brazos.

— No entiendo tu pregunta.

— Se específica, estúpida. Que de mi te hace pensar: "¡Wow, esta chica es asombrosa!"

— Hay muchas cosas. —dijo Danielle, sonriéndole.

— Ugh. Eres insufrible. Ni siquiera puedes pensar en algo.

— Ok, dame unos pocos segundos más para pensar.

— Me estás colmando la paciencia.

— ...

— ...

— ¿Por qué hacemos esto?

— Me estás sacando el tapón. Voy a tomarme una siesta.

La mayor se desacomodó del pecho de Danielle y se dirigió a su habitación.

— Bien. Descansa.

— Te veo luego, supongo. —dijo decepcionada, Hanni.

Antes de que la de flequillo lograra subir los escalones rumbo a su habitación, Danielle la detuvo con su voz.

— Espera.

— Hmm? —preguntó la mayor, asomando su cabeza por las escaleras.

— Adoro tu risa.

— ¿Eso es todo? Puedes hacer más que eso.

— Cállate y déjame terminar.

— Bien.

— Amo como tiras tu cabeza hacia atrás cuando te ríes. Se siente... genuino. Amo como te carcajeas de las cosas más estúpidas porque verte sonreír me hace sonreír también. —dijo Danielle, sonriendo al recordar la risa de su novia.

— Cuando terminas de reírte histéricamente, amo como haces contacto visual conmigo y me das la sonrisa más amorosa del mundo. Me hace sentir...

— ¿Te hace sentir qué?

— Cómoda. Me siento segura y cómoda. Porque aunque el mundo se esté quebrando, siempre te tendré sonriéndome.

— ...

— ...

— ¿Eso fue tan difícil, Marsh?

— Cállate. Se me acaba de ocurrir en el momento.

— No me importaría si pasara más de una vez. —dijo Hanni, encogiendo los hombros y sonriendo amorosamente.

— No cuentes conmigo. Estabas siendo muy molesta y se me ocurrió.

— ¿Pero amas como te molesto, no?

— Sí. —Danielle hizo una pequeña pausa— De verdad lo hago, linda.

Hanni bajó de nuevo las escaleras y se acurrucó en el cuello de su amada. La menor sólo la miró como la tonta enamorada que era.

one shots nwjns !! Where stories live. Discover now